BH Evo Road Vintage: Un guiño al pasado (Test)
No solo de vender bicis viven los fabricantes de las mismas. Es un dicho que cada día podíamos aplicar más y más a todas las marcas del sector. Quien más quien menos, desarrolla un abanico amplio de productos.
Desde piezas que complementan el montaje de las bicicletas como potencias, manillares, ruedas o sillines; accesorios varios como candados, bolsas de herramientas, herramientas varias, luces; hasta líneas completas para vestir a los amantes de las bicicletas, tanto sobre la bici como fuera de ella. Esto garantiza una mayor presencia como marca en el mercado, pero requiere también de un mayor esfuerzo de desarrollo y márketing de las propias marcas. Las marcas nacionales no ha sido ajenas a esta tendencia, y es por ello que hoy os traemos el test de las zapatillas BH Evo Road Vintage.
La primera impresión de esta zapatilla es que quiere apuntarse a la moda del recuerdo, de aquellos que añoran el ciclismo de los pedales de rastrales, los tubulares entrelazados entre los hombros y caras consumidas por el esfuerzo sin ocultarlas por gafas y cascos. Aquellos que añoran batallas que no se veían en directo y que eran propiedad básicamente de los pocos periodistas que podían seguir aquellas pruebas que ellos mismo promocionaban. 
Estéticamente es un zapatilla sencilla de cuero sintético, cerrada por la puntera, y con perforaciones laterales para una mejor transpiración. El toque “retro” viene por su modo de ajuste ya que retorna los cordones, que hemos vuelto a ver de un tiempo a esta parte también en otras marcas. Conviene añadir que las zapatillas traen además otros dos de pares de cordones en diferentes colores (blancos y negros) para llevarlas al gusto de cada uno. El otro guiño al pasado está en el talón, donde viene grabado 1909, año de nacimiento del grupo empresarial.
Pero si observamos su suela, nos encontramos una placa integral de carbono, con ventilación la altura del metatarso, y otra justo en el talón. En la propia suelta viene indicado el índice de rigidez de la misma, concretamente 10 stiffness index. De hecho, salvo por los detalles Vintage, es idéntica a las Evo Road con cierre BOA. Destacable la sensación de livianas que se tiene al manejarlas con las manos (450 gramos el par). Su precio de 119,90€ de PVP es bastante contenido con respecto a sus competidoras de similares características (suela de rigidez 10, sistema de cordones) y que se mueven entre 140 y 240€.
El primer conflicto que me planteaban estas zapatillas era una vez ajustados bien los cordones, ¿cómo los colocaba? Se que puede parecer una estupidez, pero para alguien que empezó andar en bici en los albores de la década de los 90, los cordones ya no estaban de moda, y siempre he flirteado con velcros, cierres en carraca o más recientemente con cierres BOA. Dejarlos al aire fue la primera opción, aunque los nudos eran muy aparatosos y seguramente poco aerodinámicos, como me recalcó algún tiquismiquis. Así que opte por una opción más de skater: esconder los lazos una vez anudados dentro de la zapatilla, quedando esta bastante más presentable. Buen síntoma si este es la mayor de mis preocupaciones en las primeras salidas.
La comodidad y lo suave del ajuste era otra de mis gratas sorpresas. La horma se adapta muy bien a mi pie, sin ser excesivamente estrecha, el pie queda bien sujeto con los cordones que se ceñía perfectamente al empeine. Quizás sea un cierre más lento, es decir, en cada salida debemos retensarlos para que este quede perfecto, ya que si no queda cierta holgura al comienzo de la zona de cordones, pero esta no es tan “agobiante” y resulta más natural. Como decía, el pie quedaba sujeto, sin desplazamientos interiores, pero sin estar prisionero.
En ninguna de las salidas noté hormigueo por adormecimiento debido a la presión. Otro factor a destacar es lo cómodo que es colocar los cubrezapatillas en estas zapatillas ya que simplemente se deslizan de principio a fin, sin toparse con los mecanismos de cierres mas modernos. La suela se mostraba rígida, bastante más que las zapatillas que uso (están tiene un indice 7, por el 10 de estas) dejando una sensación de un pedaleo eficaz. Si hay algo que me quede con ganas, fue de probarlas en días de calor para ver cómo responden, pero estas fechas es lo que tienen, y lo más parecido al calor que ha tenido ha sido en sesiones indoor en la que no sufren de igual manera.
Podemos concluir que es una zapatilla cómoda y eficaz, que ha querido aprovechar la dilatada historia de la marca ahora afincada en Vitoria para hacer un guiño al pasado en la estética de la misma, pero sin olvidarse de introducir mejoras propias de nuestros tiempos para un mejor rendimiento de la misma.
Fotos: Oskar Matxin
Test Zikloland BH Evo Road: Comodidad y precisión para tus pies
Test Zikloland BH G8 Disc: Máxima integración (Test)
Test Zikloland BH G7 Pro: El punto G de la aerodinámica
Test Zikloland BH G6 Pro: Una evolución maestra
