DMT KR4: Precisión y frescura en nuestros pies (Test)
El fabricante italiano de calzado ciclista DMT habla de la ausencia de ‘compromisos’ a la hora de diseñar, crear y poner sus zapatillas en los pies de los ciclistas más exigentes. Pero basta con haber probado alguno de sus modelos para darte cuenta de que si hay algo detrás de DMT es, precisamente, un férreo compromiso para ofrecernos un destacadísimo producto.
En Zikloland ya pedaleamos hace dos temporadas con las D1. Ahora, nuestros pies se han calzado con las KR4. Antes de describirlas y explicar nuestras sensaciones es conveniente aclarar algo: se trata de un modelo que no sabemos si podemos tachar de revolucionario, pero sí afirmar que es realmente innovador y sorprendente. Desde que abrimos la caja hasta la primera puesta y nuestros primeros pasos o pedaladas con ellas (ver galería de fotos).
Las DMT KR4, así como los otros modelos de carretera de su catálogo: KR1, KR1 Crystal, SH1 ó KR3, no tienen ‘compromisos’, tal y como la marca se define a sí misma. Sin compromisos porque “cada modelo combina todas las características que los ciclistas siempre han buscado: comodidad y rendimiento”. Sin compromiso también porque por primera vez sus modelos de calzado de todas las modalidades ciclistas están diseñados por tecnología 3D, sumando la tecnología punta a la tradición y artesanía.
También sin compromisos porque “la vocación competitiva de cada modelo lleva a nuestros campeones al escalón más alto de los podios mundiales” combinando además “un ajuste inigualable y dando vida a un zapato perfecto para profesionales y aficionados”. Y sin compromisos porque “con DMT cada ciclista puede exigir y tener todo en sus zapatillas, sin comprometer”.
Definidos estos significados de ‘sin compromisos’, es hora de hablar de nuestra experiencia con las zapatillas DMT KR4. No es el modelo tope de gama KR1 que ha llevado, por ejemplo, a Tadej Pogacar a lo más alto del Tour de Francia. Pero en nuestras pruebas en Zikloland nunca antes habíamos tenido un calzado así entre las manos y, obviamente, puesto en los pies pies.
Su tacto y su acabado ya llaman poderosamente la atención nada más retirar los papeles que la envuelven y sacarlas de la caja. No es piel al uso, es un acabado tipo ‘rejilla’ o malla, que DMT denomina ‘Tejido Hybrid Enginereed’. Este diseño agrega “elasticidad adicional combinada”, ya que es un material mucho más flexible y deformable que la piel o los compuestos sintéticos de otros modelos o zapatillas más ‘convencionales’.
No tienen una abertura y hay que calzarlas destensando el raíl y aflojando el cierre de BOA y haciendo un poco de presión al meter el pie. No es del todo cómodo ni fácil calzárselas, hay que reconocerlo, pero una vez puestas y con el cierre bien ajustado notamos una sensación de máxima comodidad y sin presiones innecesarias en el empeine, talón y todas las partes de nuestro pie.
La suela es de compuesto de nailon, no de fibra de carbono como modelos DMT tope de gama, pero en nuestras salidas no hemos echado en falta ese punto de rigidez que aporta el propio carbono. La comodidad y la fiabilidad están más que garantizadas, ya que las hemos sometido a varias salidas largas y el comportamiento ha sido muy destacable, especialmente su comodidad en líneas generales, tanto en puntos de ajuste como esa transpirabilidad anunciada por ese tejido especial ‘Hybrid Engineered’.
Los usuarios que tengan mucha transpiración en los pies o busquen unas zapatillas ‘frescas’ para verano o ambientes cálidos, tienen en las DMT KR4 un calzado a su medida, ya que en los días fríos en las que las hemos probado, ese material requiere de un buen calcetín térmico y unas punteras o cubrezapatillas, al no ofrecer demasiado aislamiento térmico por su propia composición.
Las DMT KR4 están disponibles en tres colores: completamente negras con toques naranjas como las de esta prueba y dos más; negras y gris claro más negras y toques amarillo flúor. Tallan en un amplio rango del número 37 al 42 y además de la comodidad, la ausencia de presiones y su buen cierre con sólo una BOA, tienen una ligereza demostrada: 230 gramos de peso en talla 42, anunciado por la marca. Además, tienen garantía de dos años gracias a la propia política de garantía de DMT y un precio bastante contenido: unos 150 euros de media en tiendas y distribuidores de esta marca.
Aunque estas zapatillas se salgan de lo habitual y ese tejido tipo malla tenga poco que ver a lo que estamos acostumbrados en calzado ciclista, la conclusión general es que, aunque no sea sencillo ni rápido calzárselas, una vez puestas y encima de la bici las DMT KR4 se comportan prácticamente a la perfección, dando a nuestros pies una sensación de frescura y comodidad que nos ha convencido.
Test Zikloland Zapatillas DMT D1: Máxima precisión para tus pies