La Vuelta: Ben O’Connor dinamita el debate sobre el tostón de las etapas llanas… ¿y contra los finales de cuesta de cabras?
La Vuelta a España de 2024 generó un gran debate al acumular tres o cuatro etapas sin gran trascendencia en sus primeras cinco jornadas, lo que hizo que surgieran voces críticas contra los ciclistas, los equipos, la organización… Todo ese debate acabó sepultado por Ben O’Connor. Pero hay margen para otro debate: ¿sirven de algo los finales extra duros?
Televisión Española dijo claramente que no quería etapas tostón. La organización de la Vuelta confirmó que buscarían alternativas y pidieron un nuevo reglamento con más bonificaciones, con bonificaciones sorpresa… Hubo voces apuntando la conveniencia de dar puntos UCI a los escapados. Lo cierto es que también sería interesante que las carreras fueran disputadas por 25 equipos de siete corredores, lo que generaría un bloque de cinco equipos invitados y, por tanto, más «hambre» entre los inscritos en la línea de salida.
Sin embargo, la exhibición histórica de Ben O’Connor camino de Yunquera hizo que todos olviden ese debate. El de Decathlon se salió del mapa y es líder con casi cinco minutos de ventaja. Mucho se hablará de la táctica de Patxi Vila y Red Bull en la defensa del maillot rojo queriendo meter en cabeza a Lipowitz y poniendo, en cambio, contra las cuerdas a Primoz Roglic. Y lo mismo puede decirse de todos los equipos con aspirantes a acabar en el podio de Madrid.
De todos modos, la etapa también certificó que cuando la organización presenta un recorrido con un puerto final extra duro, con rampas de más del 10% parece estar garantizando el espectáculo… pero sólo lo garantiza durante los últimos 10 o 20 minutos, puesto que todos los corredores optan por guardar fuerzas para la cuesta de cabras final, donde apenas vemos diferencias. En cambio, recorridos como el de Yunquera hacen que los duelos puedan ser desde lejos y puedan dinamitar una carrera por completo y que cualquier mal momento de un ciclista se convierta en una tortura. Por eso queda claro que días como el de la hazaña de O’Connor deberían generar también otro debate: ¿no hay mucho mejor espectáculo en días de media montaña con terreno con constantes subidas y bajadas que en días llanos donde se limita el espectáculo a una única subida muy dura en los kilómetros finales?
FOTO: @LAVUELTA