El modelo de multipropiedad en el fútbol, prohibido en el ciclismo profesional
Cada deporte tiene una forma de organizarse. Y, además, esos sistemas están en cambio constante. El mejor ejemplo es que lo viene sucediendo en el fútbol y la creación de grandes holdings multipropiedad, es decir, empresas que han decidido comprar muchos equipos en muchos países y crear una estructura multinacional. Ese sistema está prohibido en el ciclismo profesional. Vamos con ello.
El mejor ejemplo del sistema de multipropiedad en el fútbol es el Manchester City. El equipo de Pep Guardiola forma parte de una estructura que cuenta con equipos como el Girona en España, pero también con equipos en Francia, Italia, Bélgica, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Australia, Japón, China, India, Bolivia… En total, son 13 los equipos que comparten un mismo dueño. Y es que las autoridades del fútbol no están poniendo muchos reparos y estamos viendo situaciones que desde el punto de vista ética son cuestionables, puesto que Manchester City y Girona podrían incluso terminar enfrentándose en la Champions League en un duelo que generaría mucha polémica.
Pero la situación del Manchester City no es única. En la Premier League hay 20 equipos. Pues bien, un total de 13 tienen equipos en otros países. ¿Y para qué los usan? Pues para firmar futbolistas jóvenes de otros países que no pueden entrar directamente en Inglaterra por temas de visados. Así van sumando minutos de calidad en Europa y si triunfan, van directamente a los equipos más grandes.
La Unión Ciclista Internacional, en cambio, tiene una visión diferente y reacia a ese modelo. Para empezar, no acepta la creación de equipos con un mismo dueño o, al menos, lo vigila con lupa. Es más, en el proceso de inscripción de un equipo ciclista es obligatorio identificar a todos los accionistas que son propietarios de un equipo e incluso los miembros de la Junta Directiva si hablamos de un club deportivo sin acciones. Y los propios equipos deben remitir una declaración jurada de independencia en su gestión. En el peor de los casos posibles, la existencia de dos equipos con un mismo dueño, la opción de que compitan en las carreteras es posible, pero la UCI pone un segundo límite: si un equipo está en esa carrera, el otro equipo no puede competir en esa misma prueba.
Por tanto, los equipos ciclistas no pueden apostar por el modelo de multipropiedad. Lo único que es aceptado en el ciclismo profesional es la creación de filiales en una categoría menor, es decir, equipos gestionados por una estructura, pero que evidentemente no pueden competir en una misma carrera. Es más, la UCI incluso acepta que ciclistas del equipo filial puedan correr de vez en cuando con el equipo grande y lo mismo al revés: los ciclistas del equipo grande pueden reforzar el filial. Lo que nunca se acepta es que corran el equipo grande y su filial en una misma carrera.