El caos de Alex Aranburu en la Itzulia y la ley del embudo que casi siempre perjudica al ciclista

El caos de Alex Aranburu en la Itzulia y la ley del embudo que casi siempre perjudica al ciclista

La tercera etapa de la Itzulia (Vuelta al País Vasco) acabó con Alex Aranburu como el primer ciclista pisando la línea de meta. Luego, sería descalificado e incluso expulsado de la carrera por dos tarjetas amarillas… y, finalmente, volvió a ser considerado como vencedor. Todo un caos con una ley del embudo muy particular como gran protagonista y casi siempre perjudicial para el corredor.

La normativa del ciclismo tiene un artículo básico que conocen hasta los niños de las escuelas y que, en la práctica, es totalmente imposible de llevar a la práctica: se afirma que cualquier corredor tiene la obligación de conocer todo el recorrido. Ese punto es clave y por eso los ciclistas se ven perjudicados una y otra vez cuando siguen a los motoristas de la organización o de la policía y cometen el error de salirse del recorrido oficial. Nunca hay clemencia con ellos: se pueden equivocar mil motos, pero el ciclista tiene siempre la obligación de conocer el recorrido. Dura ley, pero ley.

Y esa ley que casi siempre perjudica al corredor es la que ayer benefició a Alex Aranburu, quien puedo demostrar, junto a su equipo, que el recorrido oficial le llevaba a pasar por donde pasó. Y si había otras señalizaciones de la organización, eran contradictorias con el reglamento oficial de la carrera. Sí, ese que Aranburu y el resto tienen la obligación legal de conocer. ¿Quién en su sano juicio puede pensar que un ciclista a 180 pulsaciones es capaz de memorizar y ejecutar los cruces de forma correcta durante cinco horas y 200 kilómetros? Sólo la normativa UCI es capaz de pensar que eso puede ser así. Y eso es precisamente lo que salvó a Aranburu y a Cofidis, equipo que necesitaba esos puntos UCI y los que puedan llegar en el resto de la semana como el comer.

FOTO: @TeamCOFIDIS