Mundial 24 horas CRI: Ziortza Villa, «una forma de vida» que culmina en Borrego
Ziortza Villa (1983) culminará la próxima semana su apuesta por el ultrafondo con la disputa por primera vez del Campeonato del mundo 24 horas CRI el próximo 3-4 de noviembre en Borrego Springs (California, Estados Unidos). La ultrafondista vasca afronta el Mundial “con muchísimo respeto” y con la seguridad de haberse preparado a conciencia.
Un viaje al máximo nivel y a lo desconocido, aunque no tanto gracias a Julián Sanz, “un maestro”. El viaje comienza el próximo lunes. “La idea es llegar con unos días de antelación para conocer un poco el circuito y aclimatarnos a las temperaturas”, confirma a Zikloland. Una fisioterapeuta que se siente ciclista las 24 horas.
Ya no hay vuelta atrás… ¿Qué sensaciones tiene antes de la carrera?
Ha sido una preparación larga y ahora se trata de volver a la calma estos últimos días para poder afrontar la carrera lo mejor posible. Yo es la primera vez que voy y las características de la carrera son un poco diferentes a cómo se compite en España y en Europa. Al final, es un reto importante por la condición propia de la carrera, porque es un formato contrarreloj, y eso lo marca todo. Es la verdadera esencia del formato de larga distancia: el no tener rueda, el tener asistencia solamente un un punto del circuito, que sea al aire libre, los cambios de temperatura en el desierto…
Además por ser su primera vez, ¿tiene respeto por la prueba?, ¿por lo que se va a encontrar?
Sí, son pruebas que hay que respetar muchísimo. Tengo la sensación de llevar los deberes hechos y haber trabajado bien este año, pero siempre hay que ir con respeto. Al final, son muchísimas horas, hay una noche de por medio, y siempre digo que el ultrafondo es un reto y una experiencia vital, más allá de ser un reto deportivo impresionante.
Dice que has hecho los deberes… ¿En qué ha consistido su preparación para Borrego?
Yo centré parte de la temporada en preparar las pruebas que se disputan en España, que tienen otro formato. Se disputan en circuito y se puede llevar una bicicleta de ruta normal. Una vez que se disputó el campeonato de España en junio -que ganó- ya hicimos una preparación encarada al campeonato del mundo. Tengo un equipo que trabaja conjuntamente para echarme una mano -Roberto Vega (Ciclos Gorliz), Josune Murillo (Preparadora física) Maialen Larrinaga (Nutricionista) y Pablo Aranda (Médico Deportivo)- y también este año he recibido asesoramiento junto con Julián por parte de los técnicos del CPT de Fadura. La planificación es esa. A otro nivel del que está Julián, porque en comparación prácticamente se puede decir que estoy empezando, pero de alguna manera se intenta preparar el cuerpo para lo que supone una carrera de este tipo.
¿Con qué se conformaría en Borrego?
Me conformaría con tener un buen rendimiento. Como es el primer año, y al final es la primera vez que voy a verme las caras con las mejores ciclistas del mundo de la especialidad, es difícil saber dónde está una hasta que esté allí. Me gustaría estar delante, está claro, y me he preparado para ello, pero me gustaría que luzca el trabajo que he hecho. Con eso, estaría satisfecha del primer año.
Los consejos de Julián (Sanz), por su experiencia, seguro que le ayudan.
A Julián, aparte de admirarle mucho a nivel deportivo, le aprecio mucho como persona y es un referente para mí. Ahora tenemos una relación personal y es un maestro para mí. Es alguien al que admiro mucho, ha sido un pionero, y para esta carrera, igual que para un montón de cosas, la opinión de Julián es una opinión de peso. La gente de este mundillo tenemos mucha suerte de tener a un Julián.
¿Cómo le entró el gusanillo por el ultrafondo?
Yo he practicado ciclismo y ha sido muy bonito -corrió en el Bizkaia-Durango en 2015-, pero siempre me he sentido más cómoda en las distancias largas. Y creo que la especialidad deportiva que uno elige va muy ligada a la condición física, pero por otra parte va en la persona. La verdad es que la preparación a este tipo de pruebas, y no solo la competición en sí, que también, me parece muy interesante. El proceso de entrenamiento me parece superbonito.
¿Dan las 24 horas para entrenar para una disciplina como esta al tenerlo que compaginarlo con un trabajo?
La verdad es lo más difícil es que no podamos actuar como profesional en lo que económicamente se refiere. Es decir, el compromiso y la apuesta es al todo o nada. Yo por ejemplo soy fisioterapeuta y salgo del hospital a las 9 de la noche, pero cuando salgo del hospital dejo de ser fisioterapeuta. En cambio, cuando me bajo de la bici no dejo de ser ciclista, porque con el entrenamiento por la mañana, entrenamiento por la noche, la alimentación, el descanso… Al final, es una forma de vida, y el verdadero reto es compaginarlo todo. Yo este año cuento con el apoyo de Ciclos Gorliz, Verge, COFPV, GnG, Galdakauto, Nivel 3 Santutxu, Bilbao, Labu, Felt -Felt AR DI2 y Felt IA DI2 serán sus dos bicicletas en Borrego-, Sscar Carbon Wheels, Rotor, Polar, Luck, Abus 2 Ruedas y Siroko.
En España parece que se van dando pasos en la modalidad.
Sí, siempre pongo el ejemplo de otros deportes. Creo que con el ultraciclismo, o ciclismo de larga distancia, está ocurriendo como ha ocurrido con el triatlón o los deportes de montaña. Van saliendo diferentes disciplinas, se van dando paso porque cada vez somos más que nos dedicamos a ello, se van organizando pruebas, cada vez tenemos más apoyo de las instituciones y creo que eso es bueno para todos.
Debe sonar raro explicar que disputa pruebas de 24 horas, sin parar, sin dormir…
Sí, la verdad es que a veces es muy difícil de explicar lo que hacemos para la gente que no está a un ámbito deportivo de este nivel. Sin embargo, creo que a la gente que nos sigue y sigue este tipo de pruebas, es algo que engancha. Precisamente dicen ‘¡qué carreras más duras!’, y sí, al final lo más duro es la preparación. Para unas carreras como estas hay mucho trabajo detrás.
Mundial 24 horas CRI: Julián Sanz se prepara para “la olla de Borrego”