Vincenzo Nibali, un ‘campeonissimo’ de leyenda
Foto: Foto: LaPresse - D'Alberto / Ferrari / Alpozzi - Pool Milano-Sanremo
Ya desde el año pasado, tal vez incluso desde 2016, hay quienes en el mundo del ciclismo insisten en la idea de que Vincenzo Nibali ya no está a su mejor nivel. Que ya no es aquel arrollador ciclista de 2014 que ganó el Tour de Francia –sin Froome ni Contador, siempre se encargan de recordarlo- avasallando completamente a sus rivales y dándose verdaderos homenajes en las etapas de montaña. Pero camino de los 34 años, él se empeña en demostrar con hechos que no tienen razón.
Nibali ha demostrado a lo largo de su carrera un claro instinto depredador, de ahí que se le llame ‘Tiburón’ en el pelotón. De eso se trata, sobre todo en las últimas dos temporadas: de elegir el momento para asestar el golpe y hacerlo. Simplemente. Así ha logrado su segundo monumento consecutivo. Se llevó el último de 2017 y ahora ha logrado el primero de este 2018.
Pero lo mejor del italiano es que en carreras donde teóricamente no tiene nada que hacer, él se lo inventa. Sanremo fue el último caso, una carrera donde había ciclistas con mejores condiciones para la carrera. La única opción era romper el posible sprint y eso fue lo que hizo en el Poggio. Luego se lanzó para abajo hasta la meta con todas sus fuerzas para mantener la distancia mientras los velocistas trataban de darle alcance a la desesperada.
Foto: Foto: LaPresse – D’Alberto / Ferrari / Alpozzi – Pool Milano-Sanremo
Las clásicas, no obstante, no son el gran fuerte de Nibali aunque le dan una guinda maravillosa al palmarés de un ‘campeonissimo’. Uno de los seis ciclistas que han ganado las tres Grandes Vueltas en toda la historia de este deporte. Por sí mismo eso ya reserva un lugar en el Olimpo del ciclismo.
Un Tour de Francia (2014), dos Giros de Italia (2013 y 2016) y una Vuelta a España (2010). Precisamente el Giro de 2016 fue una de esas ocasiones en las que hubo quienes quisieron dar por acabado al ‘Squalo’. Y, una vez más, se equivocaron. En la última semana y, de nuevo, buscando ganarlo todo cuando no tenía nada que perder se lanzó para abajo en el Agnello y Kruijswijk –que iba de líder- se fue al suelo al no poder reaccionar de puro agotamiento. Ahí empezó una remontada que culminó derrotando a Chaves en el último final en alto en Sant’Anna di Vinadio.
Y esas victorias en las grandes vueltas han llegado a base de regularidad. Una consistencia que queda perfectamente demostrada con hasta nueve podios a lo largo de su carrera deportiva, es decir, cinco más. Los dos últimos –Giro y Vuelta-, precisamente, en 2017. Y además dejando su impronta con una etapaen cada una de ellas.
Foto: Sportful
También en una gran vuelta ha vivido uno de los peores momentos de su carrera, de esos que humanizan a los dioses y los convierte en imperfectos. En la Vuelta a España 2015, en la llegada al Caminito del Rey, se agarró al coche de Astana cuando se había quedado cortado por un accidente. Los jueces lo expulsaron de carrera. En los JJOO de Río también vivió la peor cara de este deporte con una durísima caída en la bajada final cuando iba en cabeza. No todo iban a ser alegrías.
Lo que es seguro es que Nibali se ha construido una carrera deportiva que, con 51 victorias, se define por sí misma y lo fija como uno de los más grandes campeones de la historia. Cuatro ‘Grandes’ -nueve podios en total-, una Sanremo, dos Lombardia –los dos Monumentos italianos, para mayor gozo de su afición-, Tirreno-Adriático, campeón de Italia y 13 etapas entre las tres grandes: Cinco en el Tour, seis en el Giro y dos en la Vuelta a España.
En este 2018 estará en Lieja –ya fue segundo hace varios años- intentará de nuevo la Grande Boucle y tratará de ganar el Mundial -cuarto en 2012 tras Rui Costa, Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde-. Sería un gran broche para un corredor que, no obstante, tiene contrato hasta 2019. Tiempo de sobra para seguir agrandando su leyenda.
