SeaSucker Talon: Transportar tu bici puede ser facilísimo

¿Dónde y cómo transporto mi bicicleta? Pregunta recurrente de complicada respuesta, especialmente si disponemos de un vehículo de dimensiones reducidas o si aun teniendo un amplio maletero no hay espacio suficiente cuando emprendemos un viaje cargados de equipaje.

No siempre se pueden abatir los asientos de nuestro coche para que quepa bien la bici y, conviene decirlo, no siempre tenemos ganas de retirar la rueda de atrás y volver a montarla para salir y tener que repetir el proceso cuando hemos finalizado nuestra ruta, por mucha práctica que tengamos.

Hoy en día existen varias soluciones y también hay otras desde hace décadas, como la recurrente baca en el techo de nuestro vehículo. No siempre tendemos a fiarnos de colocar nuestras bicicletas en todo lo alto de nuestro coche porque puede convertirse en un riesgo añadido en la conducción, puede aumentar el consumo de combustible y por supuesto hemos sufrido o nos han contado esa leyenda urbana (que puede ser cierta) de que algún conductor despistado ha golpeado sus monturas contra la puerta de algún garaje o en los pasos de un peaje.

Más allá de ese temor infundado de transportar arriba del coche nuestras bicis, también se busca una solución rápida, cómoda, segura y efectiva para llevar de un lado a otro nuestro particular tesoro. Y ahí es donde entra en acción el fabricante norteamericano SeaSucker (distribuido en España por Vic Sports), que se ha convertido desde hace unos años en el líder del mercado en este segmento de transporte de bicicletas gracias a esta especie de baca que se sujeta mediante un curioso sistema de ventosas de aire y que unidas éstas a un cierre de rueda nos permite poner nuestra máquina en varias posiciones de nuestro vehículo.

El SeaSucker Talon que hemos sometido a esta prueba está diseñado para el transporte de una sola bicicleta, pero hay disponibles otras versiones para poder llevar cómodamente dos y hasta tres bicicletas, casi como el coche de un equipo profesional durante una carrera. Además, en el amplio catálogo de la firma también se piensa en otros deportes como el esquí, surf y otras modalidades acuáticas para que se pueda disfrutar a lo grande de cualquier deporte aprovechando siempre todo el espacio que deje nuestro vehículo.

Su instalación es rápida, pero requiere de práctica, paciencia al principio para comprender bien un mecanismo sencillísimo y que tenemos que estudiar concienzudamente. Por supuesto, también debemos limpiar bien las zonas del techo o cristales donde vayamos a colocar las ventosas. Este último elemento es clave en nuestra seguridad vial y también para preservar bien nuestras bicicletas, por lo que es imprescindible hacerlo siempre. De hecho, Sea Sucker ofrece productos específicos de limpieza para hacernos más cómoda y efectiva esta tarea.

Medimos pues el largo de nuestra bici y dónde queremos colocarlos, bien sobre todo lo que da el techo o bien apoyada en la luna trasera del coche en caso de que nuestro vehículo sea de rango más deportivo y por tanto tenga esos ángulos/dimensiones. En las fotos de esta prueba optamos por un coche de dimensiones no muy grandes y una estética un tanto deportiva para comprobar cómo puede apoyarse en la luna trasera.

Como consejo a quienes vayan a utilizar este SeaSucker Talon, es mucho más práctico apoyarlos en los extremos del techo y no hacia el centro, donde se encuentran las partes más ‘duras’ de la chapa del techo, es decir, junto a las estructuras laterales.

Colocamos pues estas tres ventosas de quince centímetros de diámetro cada una y posteriormente el enganche para la rueda trasera, para poder ajustar y fijar esta parte posterior con un seguro velcro que trae incorporado el SeaSucker Talon. Una vez colocada la bici, con la rueda delantera retirada y que forzosamente tendremos que guardar en el maletero, fijamos la rueda delantera en el eje pasante. En este caso, hemos utilizado una Trek Checkpoint con freno de disco para hacer bueno este cierre, que también está disponible para cierres convencionales, es decir, con bicis sin frenos de disco.

¿Cómo fijamos las ventosas? Una vez limpiado el techo o la luna donde vayamos a fijarlas, tan sólo tenemos que presionar en repetidas ocasiones este botón que actúa como mecanismo para ejercer ese vacío. Para retirarlas, tan sólo tenemos que levantar esas ventosas tirando de una pestaña –muy fácil y rápido-  y ya quedan sueltas.

La marca nos dice que si tardamos más de dos minutos en cargar nuestra bici es que algo estamos haciendo mal. A primera impresión parece complicado, pero garantizamos que es mucho más sencillo que incluso guardar la bici en nuestro maletero.

Ya podemos ir hacia nuestra ruta de entrenamientos, emprender nuestro viaje hacia una marcha cicloturista o irnos de vacaciones con el maletero lleno y sin quitar espacio para otros pasajeros o nuestras pertenencias.

Según el fabricante, el sistema del Talon está ideado para bicicletas de hasta veinte kilogramos y la marca asegura que cada ventosa (de las cuatro en total) resiste una fuerza de tracción de hasta 95 kilogramos. O sea, que aparentemente podemos y debemos estar tranquilos si hemos hecho bien el proceso. Ya se trata de arrancar el coche, llegar al destino, retirar la bici y comenzar a pedalear.

Fotos: David Fuentes, www.davidfuentesphoto.com

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El catálogo general de Vic Sports

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