Sky se va… ¿y ahora qué pasa con el proyecto?
La noticia ha sido anunciada por el propio Team Sky: la empresa Sky dejará de ser el principal patrocinador del equipo a finales de 2019. Esa también es la decisión del segundo sponsor: 21st Century Fox. El conjunto de Dave Brailsford pierde de este modo sus dos patrocinadores principales. Por tanto, la gran pregunta pasa a ser: ¿y ahora qué pasa con el proyecto?
El equipo lo ha dejado claro: no hay ningún tipo de cambio para la temporada 2019. Todo seguirá según lo previsto. Sky y 21st Century Fox se mantienen como patrocinadores, por lo que no habrá ninguna sorpresa negativa para los trabajadores. Sin embargo, no hay que olvidar que ciclistas como Geraint Thomas han firmado hasta finales de 2021 y que Egan Bernal lo ha hecho hasta finales de 2023, contratos que ahora no tienen el respaldo de ninguna marca.
A partir de este punto, Dave Brailsford comienza una auténtica contrarreloj: tiene unos cuantos meses para conseguir un nuevo sponsor. El manager de Sky dice que están trabajando en ello, pero reconoce que no hay nada firmado. Incluso el equipo ha marcado una fecha límite: el inicio del Tour de Francia de 2019.
Por tanto, volvemos al escenario habitual en estos casos:
La opción más positiva sería la aparición de un (o varios) patrocinador que asumiera el presupuesto entero de Team Sky. No habría cambio alguno y el proyecto seguiría sin más cambio que el de la denominación oficial.
La opción más negativa sería la imposibilidad de encontrar patrocinadores. Eso significaría el adiós de Team Sky y de toda la estructura. Los ciclistas con contrato en vigor podrían demandar a la empresa gestora si no logran contratos por el mismo salario. Además, la presencia como accionistas del equipo de los propios patrocinadores (Sky y 21st Century Fox) haría más fácil que se pudiera tener éxito desde el punto de vista legal, puesto que esos patrocinadores son dueños del equipo y, por tanto, responsables de los contratos firmados a largo plazo.
Desde luego, siempre hay espacio para las posiciones intermedias. Una sería la llegada de un sponsor que pudiera mantener la estructura, pero no todos los contratos. Team Sky podría intentar «traspasar» a alguno de sus corredores -siempre con el acuerdo del ciclista- con contrato en vigor para reducir costes o, directamente, reducir los gastos de todos los ciclistas que acaben contrato firmando ciclistas por menor cuantía.
La otra opción intermedia sería la de seguir la línea marcada por BMC y ceder la empresa gestora a algún equipo o sponsor interesado en llegar al ciclismo y hacerlo con un conjunto del máximo nivel. Hablaríamos en esta última posibilidad de la compra de la empresa gestora del equipo por parte de conjuntos como Israel, Direct Energie… o cualquiera de los profesionales que busquen su salto a la elite. En 2018 ya ha pasado con CCC y BMC. El problema en este caso es el nivel de gastos de Sky, muy por encima del de cualquier otro equipo del pelotón mundial. Comprar la empresa gestora significa también asumir muchos de esos costes.
El abanico, por tanto, está abierto por completo. Son muchas las opciones de futuro. Pero todas pasan por Dave Brailsford y su capacidad de conseguir nuevos patrocinadores y de gestionar un proyecto que entra en su último año de patrocinio, circunstancia que habitualmente no suele sentar muy bien a los equipos puesto que es un factor de inestabilidad que motiva actitudes egoístas en el desarrollo del día a día. Otro reto para un Team Sky acostumbrado a la tranquilidad absoluta.
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