Tirreno-Adriático: Un reflejo del inicio de temporada (Conclusiones)
Igual que su ‘homóloga’ francesa, la Tirreno-Adriático también deja algunas conclusiones más que interesantes en clave de preparación para las grandes vueltas. Sobre todo, ha habido tres corredores claramente superiores al resto en la pelea por la general, y dos equipos que una vez más se han vuelto a repartir gran parte del botín de etapas. Esto es lo que ha dado de sí la ‘Carrera entre dos mares’:
Primoz Roglic, de nuevo en lo más alto. Además de haber ganado la carrera en el último suspiro, y nunca mejor dicho, el esloveno ha demostrado ser el más regular de la carrera. Sólo en Recanati hubo gente superior a él, en este caso Fuglsang y Yates. Pero en la crono final consiguió darle la vuelta. Dos carreras por etapas y dos victorias generales en este 2019.
Adam Yates murió en la orilla. Llegó a ir líder desde la segunda etapa y acumuló 25 segundos de ventaja antes de la crono. Al final, le faltó sólo uno para mantener la ‘azzurra’. Eso no empaña la gran carrera que ha hecho, siempre entre los más fuertes y aprovechando su terreno para sacar ventaja, como hizo en Recanati.
Julian Alaphilippe gana hasta al sprint. El galo sigue con este 2019 triunfal y gana nada menos que dos etapas. En Pomarance derrotó a Van Avermaet en un final en cuesta de los suyos, donde es especialista. Y luego aprovechó que la carretera picaba un poco y el pelotón iba muy desordenado para seguir a Richeze y ganar también al sprint en Jesi.
Tom Dumoulin y Thibut Pinot, en segundo plano. Tenía pocas opciones de podio cuando, en Recanati, entró a más de minuto y medio de Fuglsang. Eso no se puede arreglar en 10 kilómetros de lucha individual. Ha sido cuarto, pero no ha dado la impresión de estar en posición de ganar en ningún momento. El capitán del Team Sunweb está competitivo, aunque no superior, a dos meses del Giro. Y Pinot, en un nivel más o menos similar, ha terminado quinto, justo un escalón por debajo.
Jakob Fuglsang en su año dorado. Por lo menos en este inicio de temporada. No es un corredor que destaque por el número de victorias que logra. Al contrario, siempre ha estado arriba pero le faltaba un punto para rematar en general. En este 2019 ya ganó Andalucía y la etapa de Recanati, donde dominó de largo, fue sin duda el momento álgido de lo que llevamos de año para él.
Alexey Lutsenko no soltaba el manillar. Hasta dos veces se cayó el kazajo en el camino a Fossombrone, con Roglic, Yates y Fuglsang pisándole los talones. Pero en ninguna de ellas soltó el manillar. Tan pronto cayó, se levantó y siguió casi sin tener que subirse a la bici pues seguía en la misma posición encima de ella. Después todavía tuvo fuerzas para sprintar y ganar. Otro que, después de arrasar en Omán, sigue dando alegrías en un Astana que mete miedo.
Victor Campenaerts, buen camino. Falta algo más de un mes para que el belga intente batir el Récord de la Hora en Aguascalientes (México), y aunque el resultado evidentemente está por descubrir, lo cierto es que el rumbo que lleva es bueno. Campenaerts ganó la crono final de San Benedetto del Tronto y con eso demostró que está en disposición de, al menos, hacer un intento más que digno.
Elia Viviani, único sprinter. Entre que había pocas oportunidades y que la última de ellas la ‘robó’ Alaphilippe, los velocistas no han tenido mucha opción de lucirse en la Tirreno-Adriático. El único que consiguió alzar los brazos fue Viviani, que venció a Sagan y Gaviria en Foligno y luego se mostró más que sorprendido ante la victoria de su compañero de equipo en Jesi.
Peter Sagan y Fernando Gaviria, en seco. Precisamente han sido los dos grandes perjudicados de esta Tirreno en cuanto al recorrido. El eslovaco llegó a ser segundo en Foligno, donde Gaviria terminó tercero. Después, Sagan aún pudo hacer quinto en Jesi mientras que el colombiano entraba el último de ese pelotón. No ha sido el mejor paso por aquí para ninguno de los dos. Menos aún para Nacer Bouhanni que llegó fuera de control en la contrarreloj por equipos.
Vincenzo Nibali, todavía discreto. Con el Giro entre ojos y la defensa de San Remo en el horizonte más cercano, el ‘Squalo’ ha vuelto a firmar una participación más bien discreta en Tirreno. Un 15º puesto final que mejora con mucho lo que hizo en el UAE Tour. O sea, que está en el camino, pero de momento bastante por detrás de los que serán sus competidores en mayo. Él insiste en que aún puede ganar el Giro. Veremos.
En clave de piedras. Además de Lutsenko y Sagan, había varios clasicómanos en liza en la ronda italiana. Van Avermaet, aun sin victorias, ha mostrado un enorme nivel. Muy buena carrera también de Tiesj Benoot, que sin hacer mucho ruido ha sumado cuatro puestos de Top10.
Sam Oomen, mejor joven. No es que lleve un gran comienzo de año el Team Sunweb, pero de vez en cuando se lleva algunas alegrías. Sam Oomen ha terminado una gran carrera, octavo de la general frente a muchos de los ‘gallos’ del pelotón y con la maglia bianca de mejor joven.
Movistar Team, pelea sin desmayo. El único equipo español en liza no tenía el mejor terreno por delante. Sin embargo, han estado a buen nivel y hecho lo que se les esperaba: competir. Carapaz estuvo cerca del Top10 casi toda la semana, aunque bajó varias posiciones en la crono. Tampoco acompañó la suerte con la caída de Prades. Lluis Mas dio presencia en algunas fugas.
Team Sky, todo lo contrario a París-Niza. Si en la cita francesa han sido una máquina prácticamente perfecta, en la cita italiana prácticamente se ha dado la cara B. Geraint Thomas tuvo que retirarse y Wout Poels fue el hombre más destacado en séptima plaza.