La Operación Prova Limpia entra en su recta final. La usticia de Portugal desmanteló una red de dopaje en el seno del equipo W52-FC Porto. Los corredores lo han admitido y parecen haber pactado ya las condenas. Pero queda la parte más importante: ¿qué sucederá con los máximos responsables deportivos y económicos del equipo portugués? El riesgo de cárcel es al que se están enfrentando.
Al margen de los ciclistas, la Operación Prova Limpia afecta a un importante número de personas: personal sanitario, directores, gerentes, patrocinadores… Pero las miradas están puestas en dos nombres: el del director deportivo, Nuno Ribeiro, y el del patrocinador principal, Adriano Quintanilha.
En su declaración oficial, Nuno Ribeiro ha utilizado como defensa el ataque. Ribeiro ha reconocido el dopaje, pero ha explicado que su error fue no pararle los pies al patrocinador y ha solicitado perdón, así como no ir a la cárcel. En su declaración ha identificado como máximo responsable de todo lo sucedido a Adriano Quintanilha, a quien ha acusado de manipulador, de dictador, de pagar el dopaje y de imponerlo para garantizar victorias.
¿Y Adriano Quintanilha? ¿Cuál será su defensa? Todavía no sabemos lo que responderá oficialmente el dueño de W52 cuanto tenga que sentarse ante el juez. Pero sí ha salido a responderle en declaraciones a O Jogo: «Nuno es un gran mentiroso y un hombre sin escrúpulos. Yo tengo la conciencia tranquila y Nunca di un céntimo para financiar el dopaje«.