El equipo Astaná Qazaqstan parece haberse hecho con los servicios del ciclista italiano Alberto Bettiol, una contratación que al parecer sería efectiva en este mismo mes de agosto y que ha sido publicada por diferentes fuentes. Esto lleva más allá de un simple fichaje: ¿primero paso de los nuevos propietarios chinos? ¿el ciclismo camino del fútbol? Vamos con el análisis.
El equipo Astana Qazaqstan ha recibido una fuerte inyección económica de la mano del nuevo patrocinador chino y, además, nuevo propietario de, al menos, una parte de la estructura hasta ahora gestionada por Aleksandr Vinokourov. Los kazajos necesitan urgentemente puntos UCI y parecen haber acudido al mercado para reforzarse en pleno mes de agosto y no tener que esperar al próximo año.
El movimiento, por tanto, es el primer síntoma de la nueva potencia económica del equipo Astaná con la llegada del nuevo sponsor, pero además también apunta otra realidad: el ciclismo parece caminar hacia el modelo del fútbol, con traspasos entre equipos de ciclistas con contrato en vigor e incluso traspaso de corredores en mitad de la temporada. Es más, la propia UCI y los auditores han incluido en los presupuestos una doble línea que hasta ahora no existía: ingresos por traspasos de corredores y gastos por los fichajes de corredores. Este apunte hasta ahora ni siquiera tenía lugar para ser ubicado.
En el tema de los puntos UCI, hay que aclarar que todos los conseguidos por Bettiol hasta ahora sumarán en la cuenta de EF mientras que los que pueda sumar Bettiol a partir de ahora son los que irán a Astaná. Este movimiento recuerda al que hizo en su día Israel Premier Tech con Dylan Teuns, una fórmula que no dio resultados óptimos.