Astaná, un equipo con problemas desde el principio (I)

astana_team_2006

En el Tour 2006: Vinokourov, Barredo, Beloki, Contador, Davis, Kashechkin, Nozal, Paulinho y Luis León Sánchez. Foto: Astana

Si la crisis del petróleo va a perjudicar a países exportadores de Oriente Medio como Bahrein o Emiratos Árabes Unidos y, por tanto, a sus equipos ciclistas en el WorldTour, hay otros dentro de esa privilegiada categoría que no son ajenos a los problemas generados por el COVID-19. Nos referimos al Astaná, conjunto que ya anunció recortes salariales incluso antes de que se conociera el impacto del maldito virus.

Astaná, además, es un caso único en la historia del ciclismo. El equipo WorldTour acumula una larga trayectoria de problemas legales, económicos y burocráticos, conflictos que jamás le han impedido mantenerse en la élite mundial y que vuelvan a manifestarse en 2020. Para comprobar lo extraordinario del equipo, Astaná está promocionando una ciudad que ya no existe. Bueno, Astaná sí que existe. Pero esta ciudad ahora es conocida de forma oficial como Nursultan. Y lo es así desde el 20 de marzo de 2019. Esta es la tercera denominación para los ciudadanos de una capital que tiene ya más nombres oficiales diferentes para esa urbe de casi un millón de personas que presidentes del Gobierno de Kazajistán.

Para dar una pincelada de historia, hay que indicar que Kazajistán formaba parte de la URSS y que era el segundo territorio más grande. Sólo Rusia tiene más kilómetros cuadrados. Desde el nacimiento de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev se convirtió en el presidente y su partido mandaba dentro de un sistema casi de partido único. Nazarbayev dimitió el pasado año y en homenaje a su labor como máximo mandatario se decidió cambiar el nombre de la capital.

Aleksandr Vinokourov. Foto: Astana Pro Team

La pincelada histórica deportiva arranca en 2006 y está vinculado al caos casi desde el principio. Liberty Seguros es gestionado por una empresa en la que figura como presidente el empresario Manuel Piñera, quien realiza los primeros contactos para intentar sacar adelante un equipo de formación para los jóvenes talentos. Por tanto, no es cierto que fue el ciclista Alexander Vinokourov el único que convenció a su país para patrocinar a un equipo ciclista. La historia venía de antes y tenía otro foco en un primer momento.

En esas negociaciones iniciales, Liberty abre las puertas en abril a Assan Bazayev, como gesto de buena voluntad para terminar de encarrilar la firma del contrato. En la escuadra figuran ya las dos grandes estrellas del país: Vinokourov y Kashechkin. Y eso convierte las negociaciones en mucho más fáciles. Todo parece decidido y los kazakos están convencidos de la necesidad de impulsar una escuadra continental o incluso profesional continental.

De repente, estalla la Operación Puerto. Liberty Seguros se marcha. Y Vinokourov y Kashechkin no tienen patrocinador para seguir desarrollando su carrera deportiva. En ese momento se retoma el proyecto de patrocinio nacional, pero ya no pensando en un conjunto de formación. Kazajistán sale al rescate con un proyecto para dar visibilidad al país. Deciden nombrar al equipo Astaná, es decir, el nombre de la capital y poner el dinero suficiente para relanzar el equipo. Pero el dinero es firmado con la empresa nacional de ferrocarriles, sin olvidar que otras tres empresas también aparecen en el maillot. Así llegan al ciclismo. Y pronto consiguen los éxitos deportivos y también los problemas legales, puesto que en muy pocos años Kazajistán discute con todos sus gestores.

En ese 2006, Astaná decide romper con Manolo Sáiz y Pablo Antón y firmar con Marc Biver como nuevo gestor del equipo. Así comienza su aventura. Pero no acabará ahí. Con el paso de los años van cambiando los gestores: Johan Bruyneel y, posteriormente, Alexander Vinokourov toman las riendas del proyecto. Y siempre con grandes presupuestos y con la voluntad de ser uno de los mejores equipos del mundo. Pero también con problemas económicos, legales y éticos para desarrollar el plan. La crisis del coronavirus es la última gota en los obstáculos superados por Astaná, el equipo que patrocina una ciudad que ya no existe.

Segunda parte próximamente: Astaná, un equipo con problemas hasta el final (y II)