Bauke Mollema: «No debo temer a nadie»
Bauke Mollema (Groningen, Países Bajos, 26 de noviembre de 1986) acaba de cumplir 30 años y está en el mejor momento de su carrera. El neerlandés se muestra ambicioso cuando se sienta con zikloland.com en el hotel de concentración de su equipo Trek-Segafredo en L’Alfàs del Pi, en vísperas de su segunda campaña con el equipo italiano, con el que venció la Clásica de San Sebastián y era podio del Tour de Francia hasta a falta de tres días. Y no se corta: es partidario de reducir el número de corredores por equipo.
En 2017, con el fichaje de Alberto Contador por el conjunto de Luca Guercilena, dejará de centrarse en el Tour como en los últimos años, para intentar asaltar el podio, y por qué no, la victoria, en el Giro de Italia. «Con la forma que demostré en el Tour, no debo temer a nadie«, avisa Mollema, que a pesar de tener la corsa rosa como principal objetivo estará en la salida del Tour para dar apoyo al madrileño, junto a otros fichajes de nivel como el de Járlinson Pantano.
En el Tour, estuvo segundo varios días, detrás de Froome y delante de corredores como Quintana y Bardet. ¿Qué pensaba entonces?
En aquel momento, mi objetivo era acabar en el podio. Creo que estaba claro que Froome estaba demasiado fuerte, pero yo tenía más de un minuto de ventaja con Quintana, Bardet y estos. Fue un buen Tour y aun así acabé en una buena posición, pero mi caída el último viernes… Fue en un mal momento, no pude volver al grupo, y fue muy decepcionante perder todo después de tanto trabajo duro.
¿Fue el mejor momento en tu carrera?
Unos años antes, en 2013, también fui segundo durante cuatro o cinco días, pero este año me estaba sintiendo mucho mejor. No lo considero el mejor momento porque no gané, pero sí que siento que fue mi mejor Tour aunque no acabara en el top 10. Acabé undécimo, pero pienso que pesa más cómo me sentí en el Mont Ventoux o en la crono un día después. Fue una gran experiencia aunque me llevé una decepción por no acabar en el podio.
¿Lloró tras la etapa de la caída?
No soy mucho de llorar, pero está claro que el sentimiento era cercano. Piensas en el trabajo duro, no solamente hecho durante el Tour, sino antes, que físicamente estaba en mi mejor momento, y luego todo se pierde por un momento estúpido como es una caída. Fue duro llevarlo mentalmente. Fue la mayor decepción de mi carrera. El día siguiente fue difícil concentrarse.
Sus mejores y peores momentos seguidos…
Sí, a veces pasa en el ciclismo. Es como es y no se puede cambiar. Siempre hay que aprender de lo pasado y espero llevar mis experiencias a este año. A ver si estoy en una situación parecida.
Sin embargo, superó el varapalo: ganó San Sebastián y la crono en Alberta.
Sí, especialmente San Sebastián fue importante. Después del Tour, sabía que San Sebastián era una carrera que me gustaba. Cogí motivación y al final fue una de mis mejores victorias. Fue bueno para olvidar un poco lo del Tour. La victoria en la crono no fue una gran sorpresa. El nivel de Alberta está lejos del del Tour, y ya allí ya fui sexto en la crono larga. Trabajamos mucho en ello, sé que soy competitivo durante todo el año, pero está claro que una primera victoria de crono siempre es agradable. Esperemos que no sea la última. Fue bonito porque en el equipo miramos mucho los detalles. La semana pasada hice un test de posición en el velódromo de Valencia. Hicimos algunos cambios y esperemos que nos hagan ganar tiempo.
Podemos decir entonces que el año pasado dio un paso adelante. ¿Qué espera del año que viene?
La idea es dar otro paso adelante. No centrarse en el Tour como el año pasado, sino hacerlo en el Giro primero. Ese es mi primer gran objetivo, pero también la Tirreno y otras carreras de la primera parte del año. El Giro es algo nuevo para mí, solamente lo he hecho una vez, en 2010, y voy allí con la intención de conseguir, por lo menos, mi primer podio en una gran vuelta. Creo que, con la forma que demostré en el Tour, no debo tener miedo de ningún corredor. Si luchas por el podio, también puedes luchar por la victoria, y ese es el plan.
Sería una recompensa por todo lo que ha luchado en las grandes vueltas.
Por supuesto. Siempre he luchado por eso en mi carrera: fui 4º en la Vuelta, 6º y 7º en el Tour y ahora el Giro es una nueva oportunidad. Estoy muy motivado por ello. El Tour está en mi mente volver al máximo, pero no será este año porque tenemos a Alberto Contador, que será nuestro líder allí, y espero estar para apoyarlo, pero también espero que quizá el siguiente año pueda volver al máximo al Tour.
Siendo el líder claro en el Giro, tendrá un equipo a su disposición.
Sí, ese es el plan. Si queremos que estar en el podio, lo tenemos que dar todo como equipo.
¿Qué significa personalmente la llegada de Contador al equipo?
Para mí, cambia claramente mi situación. Cambia mi programa porque no hago el Tour (como líder), pero me gusta correr con él porque es un gran campeón y espero aprender de él. Todavía está a un gran nivel, tratará de ganar el Tour. Eso me hará empezar con menos presión y veré cómo afronta él todo eso. Eso será bueno.
¿Es posible batir al Team Sky en el Tour?
¿Por qué no? Puedes compararnos con el Sky el año que viene. No tendremos ningún sprinter puro y habrá muy buenos escaladores, con Pantano, yo… Ya veremos cómo se da, pero tenemos un equipo muy fuerte y esperemos ayudar a Contador lo máximo posible.
Luca Guercilena, mánager del equipo, ha dicho que quiere ser competitivo en todas las carreras del calendario.
Sí. Comparado con el año pasado también hemos dado un paso como equipo, con corredores fuertes como Alberto, Degenkolb, Pantano, Cardoso… Creo que el nivel es más alto que el año pasado. Yo tengo un año más, igual que muchos compañeros, por lo que tenemos nivel para luchar por la victoria en muchas carreras.
Se ha manifestado a favor la idea de los ocho corredores por equipo…
Sí. No creo que se dé el año que viene, pero creo que sería mejor para el ciclismo y para los corredores. También para la seguridad; sería mejor ser menos corredores por equipo. Ahora es demasiado tarde porque muchos equipos ya han hecho todos los fichajes. Es la pelea entre UCI y ASO/RCS y ellos lo decidirán, pero en general estoy a favor de ello. Creo que puedo cambiar la forma de correr, con menos control y quizá viendo carreras un poco más abiertas.
Muchos corredores dicen que eso significará menos puestos de trabajo…
Está claro que varios corredores perderían su sitio en el WorldTour, y habría dos años muy duros para entrar en los equipos. Sin embargo, al cabo de uno o dos años todo el mundo se acostumbraría y se asentarían en un nivel Pro Continental. También puede ser bueno para los corredores que, manteniéndose los equipos, porque habría más dinero para menos corredores.
¿Cuál será su calendario para 2017?
Sé que empezaré en Argentina (la Vuelta a San Juan). Una carrera nueva, será dura. Me gusta ser competitivo y, si tengo piernas, intentaré hacer un buen resultado. No estoy seguro, pero seguramente Tirreno será el primer objetivo para estar en buena forma. Será un buen test de cara el Giro y conocer Italia. En ese sentido, no creo que haga las clásicas (de las Ardenas) porque habrá que hacer concentraciones en altitud.
España es un país que se le da bien…
Sí, me gusta España. Está la Vuelta, San Sebastián, que es una de mis carreras favoritas, las concentraciones… Cada año venimos una o dos veces con el equipo de entrenamiento. Tuve un apartamento en El Campello, cerca de aquí, unos cuatro o cinco años. Desde 2011 hasta el año pasado, más o menos. Ahora ya no, pero me gusta correr y entrenar en España.
Fotos: Trek-Segafredo