Una delegación de distribuidores españoles ha visitado la fábrica de este marca de ruedas artesanales completamente ‘full carbon’, situada en Francia, pudiendo descubrir su método de producción único.
Corima es una marca especializada en ruedas de carbono para ciclismo de carretera. Su nivel de especialización es total, puesto que únicamente fabrican este tipo de producto y lo hacen, íntegramente, en su factoría situada en Loriol (Francia). Corima es una de las poquísimas marcas de ciclismo que aún fabrican sus ruedas en Europa; siguiendo unos procesos de producción únicos y que acumulan un ‘savoir faire’ de más más de tres décadas manipulando el carbono.
Esta marca se cuida mucho de mostrar el interior de su fábrica y métodos de producción; unos métodos que pueden ser considerados como artesanales, puesto que cada operario se encarga de fabricar, de principio a fin, cada una de sus ruedas. Además de los moldes, la empresa diseña y fabrica su propia maquinaria de producción, lo que hace que las Corima sean unas ruedas únicas en todos los sentidos.
Un método único de fabricación
La producción especial y casi artesana de Corima se centra en dos aspectos clave: por un lado, la colocación a mano de todas las fibras de carbono, un material que ya compran preimpregnado de resina para que al salir de los moldes horneados prácticamente no haya que modificar ni pulir la rueda; el otro aspecto fundamental, es la inclusión de una estructura interna de ‘poriexpán’, un material que añade muy poco peso y que permite aportar esa gran rigidez y dinamismo característico de las ruedas de la marca.
Junto a estas técnicas de producción, Corima inserta en sus ruedas un travesaño interno de carbono, paralelo al aro de la llanta, que otorga mayor solidez y rigidez a sus ruedas.
Pese a las precauciones y podríamos decir que el secretismo que rodea a Corima, la semana pasada una pequeña delegación de prensa y puntos de venta españoles pudieron visitar las instalaciones de Corima en Francia. Liderados por el distribuidor en España, Bikeoffice, los responsables de las tiendas españolas –Tecnibike (Sant Antoni de Calonge, Munt Bike (Arenys de Munt), Ciclos Bimont (Palma de Mallorca), Marbella Bike y Viladomat (Andorra)¬tuvieron el privilegio de poder ver todos los rincones de la fábrica de Corima: sala de producción, sala de ensayos y control de calidad, departamento de diseño de ruedas y maquinaria, sala de montaje, almacén…
Ninguna de las estancias de Loriol se quedaron sin ser visitadas por los detallistas. El propio presidente de la compañía, Pierre-Jean Martin, fue el anfitrión de los visitantes, a quien pudieron preguntar y sugerir propuestas sin ningún tipo de limitaciones.
El gigante de la Provenza
Tras la visita a la fábrica de Corima, la delegación española se trasladó a la falda del famoso Mont Ventoux para atacar al día siguiente el gigante de la Provenza. Para ello, claro está, se equiparon con ruedas de la marca francesa. Como suele ser habitual, el monte ventoso por excelencia brindó a los ciclistas un amplio abanico de las condiciones meteorológicas: sol y buenas temperaturas en la parte baja; viento, niebla cerrada y frío en la cima…
Sin duda, una experiencia única, ya que para la gran mayoría de los asistentes era la primera vez que escalaban esta montaña hors categorie y con un inconfundible sabor a Tour de Francia.