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David De la Cruz: Recobrar el pulso cuando se escapa el objetivo

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Foto: Bettiniphoto

Si miramos los números, objetivos pero también fríos como sólo ellos pueden serlo, David De la Cruz no ha hecho su mejor Vuelta a España. Eso se puede cotejar con algo tan sencillo como que hace dos años ganó una etapa y este no, por ejemplo, o que en 2016 entró en el Top10 final y ahora tampoco ha podido hacerlo. Pero ahora conviene preguntarse por las causas de este resultado.

¿Se puede decir que el catalán esté en peor condición física que entonces? Tal vez no esté mucho mejor, pero desde luego no ha retrocedido. El problema, básicamente, fue un lance de carrera. El de Sabadell se cortó bajando la Mozqueta camino de Les Praeres y cuando quiso darse cuenta, el tren se había ido. En meta le cayeron prácticamente cinco minutos, y las ambiciones de una general que iba más o menos dentro de lo previsto se esfumaron.

Sin embargo, supo hacer lo más difícil: «Lo peor es darle la vuelta a todo eso. Cuando lo que llevas preparando tanto tiempo se esfuma hay que pensar rápidamente en otra cosa que le dé sentido a ese trabajo. Yo creo que esa preparación ha salido en esta Vuelta. El día de La Camperona estaba con los mejores escaladores, recuperando posiciones. Pero en aquella bajada todo se fue al traste», reflexiona De la Cruz.

Foto: Bettiniphoto

Y esa es la clave. Reponerse mentalmente. Ser capaz de pensar que la carrera no está perdida, aunque ese objetivo inicial ya no es factible. De hecho, si de algo saben en Sky es de números, y el de Sabadell confirma que son los que deben ser: «Está todo bien. Los números indican que la condición es la que tiene que ser, así que ese no es el problema. Pero toca aprender del error. Y sobre todo en esos momentos, replantearse la situación y buscar esa etapa».

Al menos, eso sí, le queda el consuelo de haber hecho un buen final de carrera que viene a refrendar lo que dice: «Estuve bastante bien en Oiz, y luego en Andorra que lo considero mi segunda casa también ataqué y lo intenté todo. La lucha de los de la general me impidió ganar, pero al menos lo hice bien en un sitio donde mucha gente me anima», recuerda. Por lo menos el sabor no es del todo amargo.

Además, la temporada todavía no ha terminado. Viene un desafío que requerirá lo máximo de él. El Mundial de Innsbruck: «Es el más duro de los últimos años. Me viene mejor que otras ediciones y me motiva porque rara vez hay allí un trazado para mí. Tal vez sea también el último así de duro en mi carrera deportiva, y sobre todo me parece una buena prueba para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, a los que también me gustaría llegar en buena condición», culmina. De estas situaciones también se aprende y, sobre todo, se regresa más fuerte.

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