El pelotón francés es famoso por el potencial económico -y en ocasiones también deportivo- de sus equipos. Por detrás viene una nueva escuadra, que tiene su centro de operaciones afincado en Marsella y que tiene un indudable corazón español: Delko Marseille.
Con dos formaciones WorldTour (Ag2r y FDJ) y con otros dos potentísimos equipos profesionales (Cofidis y Direct Energie), Francia puede alardear de tener un pelotón de altísimo nivel. Cada vez más cerca de ese grupo de élite cabe citar al Fortuneo-Vital Concept 2017, que se ha reforzado con ciclistas como Gianni Meersman, y el Delko Marseille, nuestro protagonista de hoy.
Este equipo del sur de Francia cuenta con una larga historia en la categoría amateur y, posteriormente, en el campo Continental. En ese período supieron pulir perlas como Dani Martin, Nicolas Roche… y muchos otros que triunfaron en la élite después de pasar por el club de La Pomme.
En 2016 dieron el paso adelante y se convirtieron en equipo de categoría profesional. Fue una temporada agridulce puesto que la alegría del cambio de categoría no vino acompañada de muchas victorias. En el siempre difícil año del debut, Delko Marseille sólo sumó tres triunfos: Asbjørn Kragh Andersen se llevó una etapa en el Tour de Fjords (Noruega) y Leonardo Duque se impuso en una etapa y en la general del Tour de Taihu Lake (China), ya a mediados de noviembre.
La explicación de esos resultados viene de la mano de la mala suerte. El equipo confeccionó un calendario muy ambicioso, quizás demasiado. Y comenzó muy pronto a acumular ciclistas enfermos y lesionados, convalecencias que en muchos casos se extendieron durante meses. Eso provocó que Delko Marseille tuviera que competir gran parte de la temporada con los mismos 8-10 ciclistas, los únicos sanos dentro de un grupo que quedó marcado por una incomprensible mala racha de virus, caídas, fracturas, tendinitis de rodilla… Durante muchos meses pareció haberles mirado un tuerto.
En mitad de ese panorama, los mejores corredores tal vez fueron el joven Quentin Pacher y Delio Fernández. Había interés por saber cuál podía ser el rendimiento del gallego en su salto desde Portugal y lo cierto es que no defraudó, con actuaciones destacadas en pruebas como París-Niza y con muy buen rendimiento en el Tour de Austria (4º en la general) o los Cuatro Días de Dunkerque (6º en la general).
De todos modos, Delko Marseille ya está en pleno proceso de preparación del año más importante de su historia: 2017. Es la temporada del todo o nada. Es la campaña de saber si son capaces de dar un paso adelante deportiva y económicamente y se instalan en la élite francesa o se quedan relegados a una posición menor.
Para empezar, el mánager, Frederic Rostaing, ha trabajado bien en los despachos con cuatro fichajes interesantes. Las incorporaciones son hombres en su mayoría más que consolidados en el pelotón internacional: Mauro Finetto (ex Unieuro – Wilier) llega con numerosas victorias y puestos de honor en su currículum; Gatis Smukulis (ex Astana) es uno de los mejores rodadores y caza-fugas del pelotón mundial, y Ángel Madrazo (ex Caja Rural-Seguros RGA) puede ayudar mucho en la montaña y especialmente en las carreras de media montaña. El cuarto fichaje es el joven colombiano Jhon Anderson Rodríguez (1996).
El primer objetivo, por tanto, parece conseguido: fichajes de ciclistas que pueden ofrecer rendimiento desde el primer día. El segundo objetivo también está claro en la planificación: menos carreras y más concentrados en las oportunidades que se pongan por delante. Y en ese sentido los meses de febrero y marzo son la verdadera prioridad del equipo Delko-Marseille.
Para empezar, muchas de las carreras son en Marsella o su provincia, por lo que corren en casa. Además, normalmente son fijos en la París-Niza y, además, ASO suele examinar estas pruebas para ver el nivel de los equipos antes de decidir los invitados al Tour de Francia y a la Vuelta a España (que este año sale de otra ciudad del sur de Francia, Nimes).
El titular y el corazón español dentro del equipo Delko Marseille también tiene una explicación sencilla: desarrollan sus concentraciones en España, pero es que ya suman tres corredores españoles en el equipo: los citados Delio Fernández y Angel Madrazo, más el joven Mikel Aristi, un prometedor todoterreno vasco de la Fundación Euskadi, con buena punta de velocidad y al que la salud le jugó una muy mala pasada en 2016 con una mononucleosis que le dejó varios meses sin fuerzas prácticamente ni para entrenar.
Al margen de los tres españoles no hay que olvidar al argentino Dani Díaz, que vive en el País Vasco en Europa, o al colombiano Jhon Anderson Rodríguez, por lo que hablamos de cinco ciclistas cuya lengua materna es el español. Lo mismo podemos decir de una parte importante de los mecánicos y masajistas de una escuadra que, sin duda alguna, es la más española de todas las francesas y que como buenos habitantes del sur de Francia mira con simpatía hacia nuestro país.
Y seguro que aún lo haría más si pudieran conseguir el sueño que se han fijado para 2017: comenzar con buen pie la temporada y ganarse una de las cuatro invitaciones para tomar la salida en Nimes de la Vuelta a España de 2017. Los guiños al pelotón español, con tres corredores, son un primer estímulo positivo.
Ahora hay que esperar que los resultados en la carretera respondan. Los mimbres están puestos y con ciclistas como los citados más otros como Yannick Martínez o Evaldas Siskevicius, tienen una plantilla suficiente para aspirar a estar en las grandes pruebas del calendario internacional.