El día a día de un masajista en el Giro: «Somos como sus madres»

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Foto: Russ Ellis / Team Sky

Andoni Sánchez es masajista del Team Sky de Mikel Landa y Geraint Thomas. Por sus manos, pasan las piernas del escalador vasco y también su cabeza. Es también sicólogo y algo más. “Somos como sus madres”, destaca al referirse a la relación que establecen con los corredores.

Sus manos trabajan durante una hora aproximadamente en la musculatura de los ciclistas. Pero su quehacer diario se desarrolla desde la mañana hasta incluso después de cenar. Es la vida del masajista durante el Giro de Italia.

LAS TAREAS

Cada uno tiene una tarea. Los que van al hotel, preparan las habitaciones y las camillas, y esos suelen hacer el avituallamiento del día siguiente que consiste en pasteles de arroz, fruta, barritas y aparte los bidones, 50 de agua y 50 de sales más o menos. Así, cuando llegan los encargados del avituallamiento en carrera solo tienen que rellenar las neveras. Eso se hace a la mañana. Otros están encargados del bus.

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Tienes mucho tiempo muerto, pero tienes que estar ahí. Por ejemplo, cuando llegas cuatro horas antes a meta. Nuestro trabajo realmente empieza después de la etapa: coger a los corredores y llevarlos al bus; muchas veces se ponen máquinas para recuperar, de presión y frío, en las piernas. Se duchan en el bus y meriendan. Entonces empezamos nosotros”.

¿HORARIO?

“Solemos empezar a trabajar a las 8 de la mañana. Cuando vamos a carrera, dos van siempre al avituallamiento y luego a meta, otro va en el bus y este no hace meta. Después, vamos al hotel y se empieza a hacer el masaje. Después de cenar, se intenta adelantar trabajo para el día siguiente para poder levantarse más tarde, aunque depende de los horarios, de los traslados…”

EL MASAJE

“Normalmente un masajista es el encargado del líder y los otros dan a dos corredores, mitad de tiempo con cada uno. El masaje suele durar una hora más o menos y se da pierna y espalda.

Desde el primer día de carreras te asignan los corredores y no cambiamos. Normalmente durante todo el año das masaje a los mismos para así cuando empiezas a dar el masaje, desde que empiezas a palpar, sabes cómo tiene las piernas”.

MASAJISTA-CORREDOR

“Yo creo que estamos valorados. Somos como sus madres. Muchas veces no saben ni donde están: llegan de correr, se suben al bus, al hotel, a la habitación… Si necesitan cualquier cosa, llaman al masajista normalmente, no al mecánico o al director, entonces al final coges una amistad.

Yo les suelo dejar que ellos saquen el tema de conversación, que nunca suele ser de la carrera ni de bicis, que se desahoguen, te cuentan cosas… Si va todo bien, es muy fácil, cuando se tuercen las cosas haces más de sicólogo”.