El equipo Burgos-BH ha anunciado recientemente el fichaje de dos corredores: Pablo Guerrero y Alex Molenaar. Del segundo se ha dicho que es un joven talento holandés. Y la descripción se ajusta a la verdad. Pero Molenaar también es un corredor de claro acento español. Para empezar, fue en España donde debutó como ciclista. Esta es su curiosa historia.
El propio Molenaar ha explicado a Zikloland: «Nací en Holanda. Pero mi familia viajó a España cuando yo era un niño. Mi madre es española y durante muchos años vivimos en Olot, así que hablo muy bien el castellano y el catalán. Con 15 años regresamos a Holanda, pero yo ya había debutado en el ciclismo. Lo hice en la escuela de ciclismo infantil de Olot, con Carles Torrent. Hice algo de pista, pero sobre todo me divertía».
En Holanda, Molenaar siguió con su pasión, pero sin ningún tipo de profesionalización: «En júnior me lo empecé a tomar en serio. En mi segundo año gané una vuelta importante: Driedaagse van Axel Juniors. En esa carrera había ciclistas de muchos países. Por ejemplo, Pidcock fue cuarto en la general. En esos años seguía viajando en vacaciones a España y aprovechaba para entrenar en montaña, porque en Holanda es imposible subir puertos».
Foto: Zsolt Halmágyi & Traian Olinci / Turul Romaniei
El primer año como sub23 fue el más difícil para Molenaar: «De repente te enfrentas con rivales mucho más mayores, más fuertes y mejor entrenados. Yo estaba acabando mis estudios en interiorismo de casas y barcos, así que no tenía mucho tiempo para entrenar y en muchas carreras no llegaba con la fuerza necesaria en las piernas. En el Tour de Szeklerland acabé cuarto y fui el mejor joven. Pero en otras muchas carreras iba justo».
Molenaar ha brillado a gran nivel durante todo el año 2019. A pesar de estar en su segundo año como sub23, ha sumado tres triunfos: una etapa de montaña en Oberösterreichrundfahrt, una etapa muy dura en el Tour de Qinghai Lake y la general final del Turul Romaniei, una vuelta de nivel 2.1. «Son tres victorias muy diferentes. El de Austria fue muy bonito porque era el primero del año y el primero en la categoría. Pero el de Qinghai Lake resultó especial porque era una carrera 2.HC, con muchos equipos profesionales, con más de 220 kilómetros de recorrido y con un clima malo. Ese día gané a gente como Samoilau, Aguirre, Chalapud, Grosu… Y lo más importante es que parece ser que convencí a Burgos-BH de que merecía una oportunidad«.
El nuevo corredor del conjunto de Julio Andrés Izquierdo no firmó hasta la Vuelta a España: «En la etapa de Onda me invitaron a estar con el equipo y fue emocionante verles de cerca. Aquel día fue muy especial y ya me quedé convencido de que iba a dar el salto a profesionales. Pero tampoco me relajé porque unos días más tarde fue cuando pude ganar el Turul Romaniei. Ha habido varios equipos que me han llamado después de ese triunfo, pero ya me había comprometido con Burgos-BH y tenía claro que quería correr en un equipo español. Ni el idioma ni la cultura es un problema para mí. Además, seguro que Jetse Bol me va a ayudar. Y el calendario es muy bueno para un corredor como yo».
Foto: Zsolt Halmágyi & Traian Olinci / Turul Romaniei
Molenaar añade sobre sus características físicas: «Soy un corredor un poco extraño. Mido 1,84 y peso 64 kilos, así que podemos decir que soy alto, pero no soy un corredor corpulento. No tengo mal sprint y me gusta buscar la victoria en grupos pequeños. En el llano y con viento lateral, me defiendo porque he corrido muchos años en Holanda, pero no es mi terreno favorito y la gente de más peso me hace sufrir de lo lindo. Mi punto fuerte es la montaña y me encantan las cronoescaladas».
Este es Alex Molenaar, un holandés que habla a las mil maravillas castellano y catalán y que descubrió el ciclismo de la mano de Carles Torrent, ex ciclista profesional de carretera y pista y también ex corredor de Julio Andrés Izquierdo en el Viña Magna Cropu (ahora Burgos-BH), con quien curiosamente Torrent logró ganar una etapa y ser líder de la Vuelta a Burgos. Molenaar tiene ahora el bonito reto de tomar el testigo de su maestro.
Pablo Guerrero y Alex Molenaar, dos refuerzos para el Burgos-BH