Me gustaría finalizar concluyendo aspectos que he observado positivos en el documental ‘El día menos pensado” y las áreas de mejora que observo que podrían hacer del Movistar Team un equipo mucho más potente a nivel humano y de gestión de personas.
Tal y como lo he podido ir rescatando en el artículo, el modo de ser de los tres directores deportivos es muy variado. Centrándome única y exclusivamente en lo que el documental muestra, valoro la cercanía de Chente García y los ánimos tanto de él como de José Luis Arrieta en todo momento, siendo cuales sean las circunstancias, son constantes los ánimos tras la radio y tras la ventanilla del coche a los corredores. Son muy profesionales también al planificar las carreras y las estrategias de carrera, donde también se aprecia que algunas veces las consensúan o las comparten con los líderes del equipo, haciéndoles ver que su opinión también importa y la tienen en cuenta.
En lo que a Nairo Quintana se refiere, aun estando en una situación complicada en el equipo, es capaz de seguir metido en carrera y concentrarse para lograr triunfos, al igual que Landa es honesto y se adapta al lugar en el que la carretera le coloca y se convierte en uno más que ayuda a Carapaz en el Giro. No me puedo olvidar tampoco de la gran cohesión que todo el equipo y el staff mostraban tener en el Giro. Y eso recordar que se crea, no nace así por así.
En lo que a aspectos a mejorar se refiere, además de las ya mencionados (la preparación de la crono por equipos del Tour, las habilidades directivas y comunicativas…), lo que más me ha llamado la atención ha sido que, aún a día de hoy, no se considere el trabajo psicológico como algo imprescindible. El entrenamiento mental y el emocional sabemos que aportan tanto a nivel individual como colectivo mucho valor, y podrían solucionar casi todos los temas que en este “El día menos pensado” hemos podido identificar:
poder obtener el máximo potencial de un deportista o equipo; observar y tomar conciencia cognitiva de lo que se hace, se piensa y se siente en la situación deportiva y en la interacción con el entorno; aumentar la confianza y la motivación; desarrollar técnicas para mantener la concentración; minimizar pensamientos distractores; visualizar la ejecución deportiva de un modo adecuado; crear una sólida rutina precompetitiva; controlar y gestionar la tensión; fortalecer la mente ante momentos de presión; identificar las claves del éxito (para repetirlas) y las de fracaso (para aprender de ellas en beneficio propio, consiguiendo adelantarse y sobreponerse a los errores); mejorar los procesos de trabajo del equipo; mejorar la comunicación entre los miembros del equipo; trabajar la misión, la visión y los valores del equipo; cohesionar el grupo y la integración de los miembros (incorporaciones y salidas); alinear los objetivos del equipo; mejorar el liderazgo del equipo, el trabajo en equipo y la gestión de personas…
Entregas anteriores: