El portugués Nelson Oliveira, el gregario perfecto

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Foto: Photo Gomez Sport / Movistar Team

La segunda etapa del Tour de Francia permitió ver hasta qué punto puede ser importante contar con un gregario que conozca bien su oficio al lado de uno de los grandes jefes de filas. Alejandro Valverde sufrió un percance mecánico y lo cierto es que justo a su lado apareció el gregario perfecto: el portugués Nelson Oliveira.

Nelson Oliveira es un tipo callado, de los que jamás saca pecho en público, pero también es uno de los corredores que mejor conoce su trabajo de gregario y que más respeto ha conseguido dentro del pelotón mundial. Si a título individual ha sido capaz de ganar una etapa en la Vuelta a España o de rozar las medallas en los Mundiales y los Juegos Olímpicos de contrarreloj individual, su gran sueño siguen siendo las clásicas de pavés, especialmente el Tour de Flandes. Sin embargo, todos esos sueños individuales quedan en segundo plano, puesto que Oliveira es siempre y por encima de todo un hombre al servicio de sus líderes.

El caso de Oliveira es diferente desde el principio, puesto que corriendo en aficionados ya fue capaz de ser subcampeón mundial de contrarreloj sub23. Además, pasó a profesionales de la mano de Xacobeo-Galicia, donde solo pudo cumplir uno de los dos años de su contrato, puesto que el equipo desapareció. Luego, le tocó el turno a RadioShack y, más tarde, a Lampre, donde ganó una etapa de la Vuelta.

La trayectoria en Movistar Team comenzó en 2016 y se extenderá, como mínimo, hasta 2021. Y lo cierto es que se ha convertido en una pieza básica dentro de la estructura de Eusebio Unzue. Su demostración camino de Niza fue el mejor ejemplo. Alejandro Valverde sufrió un pinchazo y pudo coger la bicicleta de Nelson Oliveira. El portugués cambió la rueda pinchada en la bici de Valverde y llegó hasta la altura del murciano para ayudarle a entrar en el pelotón. Los dos tuvieron la tranquilidad de esperar a un momento de baja velocidad para volver a hacer el cambio de bicicleta. Así, de este modo casi circense, Valverde recuperaba su bicicleta ya con la rueda en perfectas condiciones. Oliveira volvió a colocarle dentro del pelotón en una posición privilegiada antes de soltarse en la subida final y hacer lo que un buen gregario también debe aprender: dejarse ir hasta la línea de meta intentando reservar la mayor cantidad posible de fuerzas.

Nelson Oliveira se dejó en la meta de Niza casi nueve minutos. Pero en el camino había demostrado que un gregario de nivel es fundamental para que un líder pueda brillar. Y es que siempre que hay problemas, el portugués está cerca de sus jefes de filas.