En la 3 Nacions con José Antonio Hermida: Una marcha de autor

“La Marcha 3 Nacions no es la mejor, ni la peor ni la más dura. Es la mía y está hecha a mi manera”. El inicio de la conversación con José Antonio Hermida promete, ya que siempre es interesante escuchar al máximo responsable de la organización de un evento hablar de que su producto tiene un estilo propio. Por eso insistimos: ¿Cuál es tu estilo? “Mi estilo no es mejor ni peor, es lo que habéis visto hoy. Está hecha a mi manera”.

El exbiker y embajador de Merida y CEO propietario de la 3 Nacions junto al respaldo organizativo de Octogon -empresa especializada que entre otras, está detrás de la Quebrantahuesos- deja claro que este recorrido de 140 kilómetros con salida y llegada en Puigcerdá y que atraviesa la Cerdanya buscando la Seu d’ Urgell y luego Andorra para afrontar Envalira, adentrarse en Francia por el Puymorens y regresar a Cataluña al mismo punto de partida, no es el más duro. Pero está hecho a imagen y semejanza de alguien que siente y conoce esa zona como pocos.

Hermida insiste en que quien quiera velocidad y kilometraje ya tiene la Quebrantahuesos o que quienes deseen la dureza casi extrema en sus piernas pueden optar por La Purito. La 3 Nacions es una marcha de autor, que toma el legado de un evento con una rica historia y que en este 2022 celebraba su 42ª edición. El Club Ciclista de Puigcerdà, recuerda, ya propuso una marcha que atravesara tres naciones en los setenta: “Ya habían inventado el marketing, pero entonces aún no lo sabían”, comenta entre risas.

Desde 2019 es el organizador, tratando de dar continuidad y a la vez identidad propia: “Formar parte de ella es formar parte de algo importante. Algo que deje legado para el futuro”. En este punto Hermida no oculta su satisfacción de haber batido un récord de participantes este año con casi 2.200, superando ya la cancelación en 2020 por la pandemia y la cautela en 2021 por ese motivo.

Además, presume de organizar y fomentar una marcha limpia, respetuosa con el medio ambiente y con un público que también respeta el entorno y que es consciente de ello: “Quiero una marcha limpia, sostenible que el participante sea consciente del futuro que tenemos entre manos. Que dejemos unas carreteras limpias, que demos las menos molestias posibles al municipio que estamos atravesando, de ser autosuficientes en el consumo de recursos públicos… todo esto lo hago por vocación y no por buscar la palmada del participante”.

Nuestra experiencia

Horas antes de esta charla con Hermida y con nuestra Merida Scultura Team que probamos en exclusiva en esta marcha 3 Nacions de la mano del fabricante taiwanés, comprobamos ese ambiente desde muy temprano. Salir de Puigcerdà hacia La Seu es rápido, un terreno favorable con llano y ligera pendiente descendiente donde no hay que perder la concentración rodando en un numeroso pelotón.

Atravesar la frontera de Andorra es sinónimo de que comienza el espectáculo: las primeras rampas antes de afrontar Envalira. Es ahí donde hay que imponer un ritmo de escalada y desafiar al puerto de paso más alto de los Pirineos. Todo en orden, buscando ese punto y apretándolo en el tramo cronometrado patrocinado por Bryton, ya que la filosofía debe ser siempre competir contra uno mismo, más si cabe teniendo ese estímulo en ese majestuoso escenario.

Al coronar, lo más duro ya está hecho porque una vez adentrados en la región occitana de Francia, el paso por Puymorens rompe el ritmo tras una larga bajada pero no es un coloso que asuste. Y a partir de ahí, buscar la rueda buena para regresar a Puigcerdà y dar el último esfuerzo en la subida final hasta la línea de llegada.

Tiene razón Hermida: esta marcha 3 Nacions tiene un estilo propio y no es la más dura y muy probablemente la que mejor recorrido y paisajes pueda ofrecernos. Pero escribiendo estas líneas con la perspectiva de haberla hecho y tras charlar con su organizador, sus palabras encajan perfectamente con lo vivido: tiene un estilo y una personalidad propias.

“La gente repite y repite porque siente que forma parte de algo chulo. No es la mejor ni la peor, ni la más dura: es la mía y hecha a mi manera”, sentencia Hermida. En efecto, una manera que gusta. Ahí está su éxito.