No es ningún secreto que el Israel Cycling Academy tiene entre sus ambiciones de futuro ver a un ciclista israelí -de un equipo israelí- corriendo el Tour de Francia. Con lo que sabemos de la reforma UCI, tampoco lo es el hecho de que los dos mejores equipos de la categoría Profesional Continental van a poder correr las pruebas WorldTour que deseen, porque estarán invitados a todas y podrán ir renunciando a las que no les interesen. Y la tercera evidencia es que quien quiera estar entre esos dos mejores equipos, tiene que gastarse el dinero.
Partiendo de esas tres premisas, difícilmente rebatibles, en la escuadra israelí de Ran Margaliot han seguido los pasos necesarios para profundizar en la reconversión que comenzó la escuadra el año pasado con la invitación a ese Giro que partía de Jerusalén. Dar un paso más para dejar de ser un equipo ‘exótico’ y convertirse en una referencia.
Aunque, bueno, siendo honestos el punto exótico lo mantienen. Nada más por el hecho de que haya 17 nacionalidades en un grupo de 27 ciclistas, una especie de ONU en miniatura donde España está representada por Rubén Plaza. El alicantino hace de ‘Sensei’ a los 38 años, tratando de enseñar a los más jóvenes. También se quedan prácticamente todos los que llegaron en 2018 para afrontar ese reto del Giro: Ben Hermans, Edwin Ávila o Sondré Holst Enger. Y sobre esas primeras piedras han construido un edificio mucho más robusto.
Son ni más ni menos que cinco los ciclistas del WorldTour que aterrizarán en el equipo la temporada que viene. El que más de toda la categoría. Y destaca la apuesta por la velocidad, el mismo modelo que han adoptado otros como Caja Rural-RGA o, en menor medida, Burgos-BH. En concreto, a Mikhel Raïm, Sbaragli y Edwin Ávila se les unen varios nombres muy interesantes, unos por jóvenes y otros por experimentados. El último en llegar fue Riccardo Minali procedente de Astana. También ha venido Davide Cimolai (Groupama-FDJ). Y, aunque no sea un velocista puro, Tom Van Asbroeck (EF Education First-Drapac) puede aportar mucho en un tren de lanzamiento.
Además de la gente rápida -son prácticamente ocho llegadores en el equipo si contamos a Ávila, Enger y Van Asbroeck- también hay rodadores de muy buen nivel como Matthias Brändle o el gigantón Connor Dunne que con sus 2’04 metros ha recalado en el equipo que dirige Óscar Guerrero. Pero, ¿qué pasa con los escaladores? Porque de momento parece una parcela un tanto secundaria para el Israel CA.
A día de hoy, sólo Rubén Plaza, Krists Neilands y Ben Hermans -que tampoco son escaladores puros aunque pasen bien la montaña- son los efectivos en esa parcela. De hecho, por condiciones naturales el más ‘trepador’ es José Manuel Díaz Gallego, pero de momento el joven andaluz no ha renovado y estamos ya entrando en la recta final de noviembre. Zikloland ha contactado con su representante, Ángel Edo, que a las preguntas respondió que la situación del jiennense «aún no está resuelta». Otro que también ha sido ofrecido es el leonés Miguel Ángel Benito, que no seguirá en Caja Rural-RGA.
Ya en 2018 el paso al frente ha sido importante con 15 victorias por las nueve logradas el año pasado. El Tour de Austria de Ben Hermans o la cabalgada de Rubén Plaza para ganar la Vuelta a Castilla y León fueron los éxitos más sonados, así como la primera edición de la Great War Remembrance Race a cargo de un Mikhel Raïm que se ha hecho con cinco triunfos. El listón ya no está tan bajo para 2019, pero el objetivo del equipo no es otro que abrirse la puerta del WorldTour por méritos deportivos. Y para eso lo esencial es dar este salto en refuerzos. Luego, que la carretera decida.
Profesional Continental: Una segunda división cada vez más de primera