No cabe duda de que desde la llegada de Javier Guillén al frente en 2009, la Vuelta a España ha dado un paso adelante en términos de repercusión pese a “una época de crisis tremenda”, también, reconoce, gracias a la fortaleza de un organizador como ASO, -“en este momento me temo que la Vuelta depende más del Tour que el Tour de la Vuelta, pero bueno, somos los mismos”-.
El director general de Unipublic y de la Vuelta a España, comparte con zikloland.com algunas de las claves del éxito mediático de la ronda española, presentada recientemente, “equilibrio, internacionalización y sitios inéditos”, según el editorial Amor por la hispanidad que firma y que se puede leer completo tras esta entrevista. “Seguimos creciendo”, constata. “Nos hemos podido reinventar de una forma estable”, se felicita.
Y si la receta funciona, para qué cambiarla. “Yo prefiero apostar por etapas a priori espectaculares y algún traslado, que no lo contrario”, asevera sobre una Vuelta 2017 con muchos kilómetros de coche para hilar el mapa desde Nimes a Madrid. Y confirma retos que rondan su cabeza, Canarias, Ceuta y Melilla, el norte de África…
Desde que ascendió a la dirección general de Unipublic tenemos unos 66 o 67 finales inéditos contando los de este año, y salidas otro tanto -en concreto, 14 nada menos en 2017-. Es un aspecto que viene a reforzar que la Vuelta es más Vuelta que nunca, que se acerca más al público.
Sí, yo creo que eso pone en valor la riqueza de nuestro país. Poder descubrir cada año cosas nuevas es muy difícil y creo que tenemos la ventaja frente al Giro y frente al Tour que no concentramos la montaña en dos o tres sitios. Nosotros tenemos posibilidades a lo largo de todo el territorio nacional. Los sitios están ahí, luego que logísticamente se pueda o no al final es cuestión de saber aprovecharlo. Y que tengamos más salidas demuestra que la Vuelta crece, que se demanda cada vez más, que cada vez más territorios se quieren sumar a la Vuelta… y eso a nosotros, primero, nos llena de alegría y satisfacción, y también es un termómetro desde el punto de vista de ver que tenemos que seguir en esa línea y siguiendo en esa línea, seguiremos creciendo. Porque queda mucho por hacer.
Guillén, en la reciente presentación de la Vuelta. Foto: Gómez Sport / Unipublic
¿Se puede cuantificar el grado de interés que se ha logrado en según qué territorios?
No sabría decir una cifra. Sé que hay más peticiones, aunque siempre es difícil. A niveles tangibles, también ha subido la audiencia, el número de países que se suman a la Vuelta ha crecido, tenemos una mayor estabilidad comercial porque tenemos mejores y mayores patrocinadores por más tiempo… Eso ha crecido y es un dato objetivo, luego entrar en porcentajes específicos, no lo sé. Sí que hemos crecido bastante.
Lo decía porque algunas veces habéis destacado que cada vez más trabajáis con las diputaciones, que en vuestro modelo también ayuda…
Lo que hemos intentado es ir a territorios supramunicipales. Porque, con un interlocutor, puedes tener durante varios años, recorridos distintos. Tú ahora trabajas con la Diputación de Alicante y unos años haces etapas de costa y luego etapas de montaña, y otro año haces una crono… Eso, con una sola ciudad no lo puedes hacer. Eso nos va muy bien con las diputaciones y las comunidades autónomas como Asturias o como Cantabria, que con un interlocutor puedes repartir el recorrido. Creo que eso nos ha dado un plus y nos ha dado la posibilidad, en una época de crisis tremenda, de poder reinventarnos de una forma estable y con la satisfacción de creer que lo estamos haciendo bien y que cada año nos piden repetir, que eso es lo más importante. Aunque nunca hay que ser conformistas.
También se notan ciertos guiños del Tour en su recorrido: etapas cortas, ideas más de la Vuelta.
Yo creo que aquí nos copiamos todos. Yo, si veo una buena idea, la importo a la Vuelta y la trato de explotar. No me extrañaría que los otros también lo hicieron. Está claro que el año pasado, la etapa de Formigal, con 118 kilómetros, funcionó. ¿Eso quiere decir que todas las etapas de 118 kilómetros van a funcionar? Pues no lo sé, porque tienes que tener un repecho nada más salir, tiene que estar Alberto Contador, alguno se tiene que despistar… nunca lo sabes. Pero, obviamente, creo que los corredores están aprovechando el recorrido. ¿El recorrido forma parte del espectáculo? Sí, absolutamente, pero al final son ellos los que lo hacen. Y si luego el Tour lo copia, pues mira, somos de la misma casa, y encantado. Aunque en este momento me temo que la Vuelta depende más del Tour que el Tour de la Vuelta, pero bueno, somos los mismos.
El mapa de la Vuelta a España 2017.
Los traslados, por lo menos desde un punto de vista estético viendo el mapa, pueden asustar. Es una de las principales críticas al recorrido de este año.
El año pasado fue una Vuelta con menos traslados, pero los traslados son inevitables. Lo que tú no puedes es llegar y salir del mismo sitio, tener altos nuevos, tener montaña donde la debes tener… Los territorios los tienes que ir buscando y al final eso hace que te muevas. Está claro que los traslados son incómodos. Ahora podría ser frívolo y decir que mejor en autobús que en bicicleta, que también es verdad, pero fuera de eso, son inevitables. Soy consciente que los hay, pero al final todos los vivimos de este espectáculo. Yo prefiero apostar por etapas a priori espectaculares y algún traslado, que no lo contrario.
La internacionalización es otra de las señas de identidad de este esquema que tiene Unipublic. ¿Ha llegado para quedarse?
Sí, pero tiene que ir dosificado. España está al sur de Europa, y tenemos cierta limitación geográfica con las fronteras. Al final, creo que hay que expandirse en Portugal, en Francia… La posibilidad existe. Tengo también el reto de ir a Canarias, que no sería la internacionalización de la Vuelta por todo lo que Canarias representa siendo territorio español. También están Ceuta y Melilla, que nos gustaría ir, el norte de África con otros países… Creo que ese en nuestro entorno, pero tenemos que dosificar. No podemos hacer cada año o cada dos años una salida fuera. Tenemos peticiones, pero hay que ir poco a poco.
El atractivo oculto de la Vuelta a España
Vuelta 2017: Misma fórmula por el espectáculo
Amor por la hispanidad
La dificultad de trazar el recorrido de una Gran Vuelta reside en saber equilibrar factores muy dispares. Combinar geografía, deporte, tradición, espectáculo y emoción con realismo, seguridad, logística y sentido común. El resultado de esta mezcla, si funciona, es la clave del éxito. Los amantes del ciclismo han vibrado en los últimos años con desenlaces emocionantes de la ronda. El duelo Froome-Contador en 2014, el vuelco final de la general en 2015 o el choque de titanes entre Froome y Quintana en 2016, nos llenan la cabeza de buenos recuerdos.
La Vuelta 2017 se presenta con el afán de reafirmar la creciente internacionalización de la carrera, en una nueva incursión de la ronda española más allá de sus fronteras nacionales. Son muchos los lazos y valores que unen a España con su país vecino y la ciudad de Nîmes, uno de sus estandartes más característicos. El amor por la hispanidad, el carácter y los rasgos románicos de su arquitectura, la pasión por las artes de la tauromaquia y el flamenco cobrarán protagonismo en esta fusión absoluta entre La Vuelta, Francia y la España más representativa.
Seguimos descubriendo sitios inéditos de nuestra geografía, con la Ermita de Santa Lucía o las imponentes rampas de Los Machucos sin dejar de recurrir a iconos tradicionales de la prueba como Xorret de Catí, Sierra Nevada (este año con la llegada al Alto Hoya de la Mora) o el temido Angliru. Nuestra esencia se mantiene intacta con etapas cortas y finales en alto y la montaña como gran protagonista y juez todo poderoso que dicte el ganador final.
Javier Guillén
Director General de La Vuelta