Llega el día de la prueba de fondo en carretera de los Juegos Olímpicos de París 2024. Los ciclistas deberán afrontar un recorrido de más de 270 kilómetros y que incluye numerosos repechos, con mención especial a la subida a Butte Montmatre, con 1,1 kms. al 5,6% y que se afrontará hasta en tres ocasiones en los metros finales.
La prueba de fondo en carretera honra precisamente al nombre: fondo y carretera. Hablamos de una carrera de verdad y en la que deberá ganar una estrella del ciclismo mundial. Eso parece evidente mirando el perfil y también analizando los corredores inscritos por los diferentes países.
El primer elemento «extraño» en esta prueba es el número de ciclistas, con menos de 100 inscritos por culpa de la presión existente para la limitación en el número de deportistas presentes en los Juegos. Por tanto, hablamos de una carrera que será de muy difícil control.
Pero además esta generación de ciclistas nos ha acostumbrado a muchas locuras, por lo que resulta complicado pensar que una fuga lejana puede dinamitar las opciones de los verdaderos favoritos, puesto que son esos favoritos los que habitualmente juegan sus bazas desde lejos.
En estos Juegos hay nombres que si no hay bajas de última hora son candidatos indiscutibles al oro, empezando por Remco Evenepoel, oro en la contrarreloj, o Wout van Aert, siempre medallista. También debe señalarse a un Mathieu van der Poel que necesita quitarse de encima la losa de sus caídas en el mountain bike. O Tom Pidcock, quien mostró un gran nivel en esa especialidad de las ruedas gordas. España estará representada por Alex Aranburu, Juan Ayuso y Oier Lazkano.