El Campeonato del Mundo contrarreloj individual de 24 horas que tendría que haberse desarrollado en Borrego (EEUU) en su recorrido habitual de 29 kilómetros en medio del desierto en octubre de 2020 fue suspendido como muchas otras competiciones por la pandemia. La organización después de retrasar la fecha en varias ocasiones y tras agotar todas las posibilidades valoró su realización de forma virtual, en base a la plataforma FulGaz este pasado sábado.
Formaron parte cerca de 70 participantes de todo el mundo con instrucciones de participación con necesidades tecnológicas y de medios para su desarrollo y con un test el fin de semana previo para confirmar que la plataforma funcionaba correctamente. Los corredores debían enviar un vídeo con su peso ya que la relación del vatio/peso resulta la velocidad que la plataforma representaba en el momento de la competición.
Sin embargo, todos los preparativos no fueron suficientes y la plataforma registró varios problemas durante el desarrollo de la competición y los corredores debían iniciar sesión al finalizar cada vuelta lo que generó cierta incertidumbre y hasta la fecha la organización aún no ha ofrecido una clasificación oficial definitiva. Oficiosamente, Sanz recorrió 776 kilómetros en las 24 horas y acabó segundo el reto virtual.
Julián Sanz afrontaba este nuevo reto competitivo con muchas incertidumbres tras retirarse en la competición de 550 Km desarrollada en Austria el pasado agosto donde abandonó y que desde entonces no había entrado en un proceso de entrenamiento demasiado específico y que se enfrentaba a un reto de 24h en rodillo sin unas expectativas concretas. “El desarrollo de una competición virtual de 24h genera muchas incertidumbres ya que la velocidad desarrollada por los diferentes corredores puede variar mucho en base al material utilizado, lo que hace que me centre más en mi propio rendimiento más que nunca y no fijarme demasiado en el resto de participantes».
Y así fue, ya que la regularidad fue la clave «pues a diferencia de una competición presencial, la influencia visual del resto de competidores hace que se lleve al límite de las posibilidades. En esta ocasión se pudo mantener 24h con una capacidad competitiva alta, regular en el rendimiento y concentración. Una nueva experiencia que sin duda vuelve a aportarme sensaciones y reafirmaciones en los procesos de entrenamientos vividos donde la huella de estos sorprendentemente hacen mantener la capacidad de realizar este tipo de competiciones. El conocimiento personal sobre cómo alimentarme, concentrarme, gestionar los pensamientos y los ciclos en el desarrollo de una competición de 24 horas me sigue apasionando«.
Sanz realizó el reto con el rodillo Saris, el culote Gobik Absolute K10 y la bicicleta BMC Switzerland Teammachine SLR, en la Casa Rural Urdinetxe (Luyando, Álava).