La Copa del Mundo de ciclocross comenzó un camino hacia la internacionalización en los últimos años intentando desligarse de Países Bajos y, sobre todo, de Bélgica, las dos naciones que más aman la especialidad invernal. Ahora hay planes ambiciosos, pero también países que están quejándose de ese proceso de internacionalización.
Todos los organizadores y equipos esperaban que la Unión Ciclista Internacional anunciara las sedes de la Copa del Mundo de 2023-2024 durante la disputa del Mundial, puesto que se celebran reuniones al máximo nivel y, entre otros puntos, suelen cerrarse los calendarios oficiales. Sin embargo, no hay anuncio oficial y las alarmas han saltado. El propio Peter van den Abeele explicó: «Todavía hay algunos puntos espinosos que deben resolverse».
El problema parece ser que la presencia de carreras fuera del ámbito de Bélgica y Países Bajos ha hecho que algunos se quejen de tener que afrontar viajes largos y caros para competir en Val di Sole, Benidorm o Dublín. Lo curioso es que los ciclistas de España tienen que viajar prácticamente cada semana a Bélgica y Países Bajos y no se quejan del exceso de gasto. Por lo publicado en Cyclingnews, parece que Benidorm y Dublín tienen su hueco garantizado para el próximo año mientras Londres o Munich se postulan como nuevas candidatas. Estados Unidos también parece que tendrá una cita puntuable. Incluso se ha especulado con la opción de que fuera Nueva York la ciudad elegida.