El Tour de Francia es mucho más que un evento deportivo. La realidad es que el Tour de Francia es un emblema nacional para todos los franceses, comenzando por el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, quien es el primero en poner en valor a la carrera ciclista del mes de julio. Sólo así puede entenderse lo sucedido en la última reunión entre Macron y el presidente chino Xi Jinping.
El presidente chino Xi Jinping y el presidente de la República de Francia, Emmanuel Macron, se han reunido. Lo habitual en estos casos es ofrecer algún tipo de presente entre ambas delegaciones con las que mostrar al mundo entero algún producto nacional que quiere ser destacado, puesto que la foto será recogida por todos los medios de comunicación del mundo y, especialmente, será vista por los más de 1.000 millones de ciudadanos chinos.
Curiosamente, Emmanuel Macron ha decidido que el mejor regalo que puede ofrecer a Xi Jinping es el maillot amarillo que viste el líder del Tour de Francia. Y todo ello en la cima del Tourmalet, uno de los puertos más emblemáticos de la carrera francesa. China viene desarrollando en los últimos años un interesante proyecto deportivo vinculado al ciclismo, con un equipo en categoría continental, con ciclistas que vienen mejorando, sobre todo en llegadas masivas, y con un calendario en pleno proceso de reestructuración tras la crisis del Covid19.
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