Desde el lunes 4 de abril hasta el sábado 8 de abril se disputa una nueva edición de la Itzulia, la Vuelta al País Vasco. Y ahora mismo la pregunta más rotunda que se puede hacer es la siguiente: ¿seguirá siendo territorio de dominio del equipo Jumbo-Visma? Pronto lo sabremos.
La Itzulia de 2022 arranca en Hondarribia con una corta y explosiva contrarreloj individual. Marcará las primeras diferentes y, sobre todo, marcará qué corredores pueden afrontar la Itzulia a la defensiva y qué ciclistas deben ponerse el mono de combate y buscar la sorpresa en las etapas de montaña.
Viana, Amurrio, Zamudio, Mallabia y Arrate son las otras localidades que vivirán un final de etapa. En principio, Viana (martes) parece el día más propicio para un sprint multitudinario (nunca de todo el pelotón). En Amurrio entramos ya en territorio de emboscadas, incluido el final. Camino de Zamudio el juez de paz será el alto de El Vivero. Pero la verdadera fiesta llegará en las etapas de viernes y sábado.
En Mallabia los corredores tendrán que superar un constante subir y bajar adornado por la ascensión a Karabeta y el remate final de una rampa muy exigente en la misma línea de meta. El último día incluye un martilleo desde el primer hasta el último metro con la ascensión a Arrate en la zona final, eso sí, por una de las vertientes más duras (Usartza).
En el análisis de favoritos, resulta evidente que los principales son los dos líderes de Jumbo-Visma: Primoz Roglic y Jonas Vingegaard. Son dos bazas muy fuertes para este tipo de terreno y dos corredores que han demostrado que están en forma y que nunca corren para pasearse. Tampoco hay que olvidar al bloque de Ineos, con Daniel Felipe Martínez, Adam Yates y Carlos Rodríguez. Otro equipo con varias bazas es Bora: Vlasov, Buchmann e Higuita.
En la cita no faltarán los hermanos Izagirre (Ion en Cofidis y Gorka en Movistar), así como Enric Mas (Movistar) y Pello Bilbao (Bahrain). David Gaudu (Groupama) y Padun (EF Education) también tienen talento para sorprender. Y, por último, cabe citar a Remco Evenepoel (Quick Step), quien examinará su potente motor, pero también su punto débil: la capacidad de afrontar bien colocado una carrera en la que resulta imprescindible meter manillar y gestionar bajadas técnicas.