La Milán-San Remo, a celebrar el próximo 8 de agosto, sobrevive a la crisis del coronavirus, no sin contratiempos pues solo se mantienen 39 kilómetros del recorrido original. El final es lo único que no cambia con la Cipressa y el Poggio.
Trece de los 16 municipios de la Savona se han negado a acoger el pelotón de la Classicissima y ha obligado a cambiar 252 kilómetros de los 291 originales, siendo la nueva distancia 299, según adelanta La Gazzetta dello Sport. Solo serán 40 kilómetros en la Liguria, sin Turchino y ni los tres ‘Capi’, Mele, Cervo, Berta.
La carrera saldrá de Milán y la primera dificultad será Niella Belbo, de casi 20 kilómetros aunque a un pendiente media del 3%; y la siguiente novedad será el Colle di Nava (3,9 kilómetros), Y y se baja a la costa hasta enlazar con Imperia y el recorrido original, detalla La Gazzetta. Los últimos 36 kilómetros se mantienen intactos, con Cipressa, a 22 de meta, y Poggio, a diez, antes de alcanzar Via Roma.