La preparación invernal (I)
Llega el invierno, ese periodo en el que al ciclista, le cuesta más esfuerzo salir a entrenar (sobre todo a ciclistas del norte), pero en el que es clave realizar un buen trabajo para afrontar una nueva temporada con máximas garantías.
Es verdad que la mayoría del pelotón pro escapa de las frías áreas del norte, buscando buen tiempo en la zona mediterránea, en algunas islas, e incluso algunos en destinos más exóticos como Sudáfrica o Australia. Y todo ello sabedores de que el trabajo realizado desde que empiezan la pretemporada hasta el inicio de las competiciones, es clave para afrontar el año con garantías. Repasamos cuál es ese trabajo que el ciclista realiza en este periodo.
Una vez terminada la temporada, normalmente, se toman unas vacaciones que duran en torno a las 3-4 semanas de inactividad, por lo menos en lo que a bicicleta se refiere. Sí que es verdad, que tampoco están la mayoría de ellos sin hacer nada, pero sí son actividades que las hacen por ocio y por no pasar de tanta actividad a un cese total de ella. Este será tiempo suficiente para desconectar de la temporada acabada y cargar pilas para la siguiente.
Tras este descanso, se determinará una rutina a seguir. Periodo en el que conviene trabajar la fuerza en el gimnasio combinándolo con la bicicleta, un trabajo que con los años se han demostrado sus beneficios y ventajas para ganar en fuerza máxima. Además, se trabajarán otras cosas como el trabajo de core, flexibilidad… casi diariamente.
El ciclista en la bicicleta no puede llegar nunca a trabajar niveles de fuerza máxima o explosiva tan bien trabajada como lo haremos en el gimnasio. Habrá diferentes metodologías o tipos de rutinas para llevar a cabo en el gimnasio, pero vuestros preparadores físicos serán quienes determinen que trabajo es el más indicado para cada uno de vosotros y cada momento. Por el momento ya tenemos un trabajo clave determinado, una rutina que durará en torno a las 10-12 semanas, dependiendo de los objetivos y que podría mantenerse durante parte de la temporada, siempre que la combinación con el trabajo en bicicleta lo permita.
Hay también muchas actividades que el ciclista disfruta este periodo invernal, como las salidas a caminar por la montaña o deportes de indoor que habitualmente no practican el resto del año, como el tenis, frontenis, pádel… Eso sí, según van avanzando las semanas, estas actividades se suprimen y la bicicleta toma más importancia.
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