No hay ninguna duda de que la selección masculina júnior tiene la calidad necesaria para brillar fuera del calendario español, pero ahora mismo ha quedado certificado que también la selección femenina para corredoras de 17 y 18 años pueden estar con las mejores del mundo en las carreras de la UCI.
La selección española disputó el Tour du Gevaudan, una carrera propicia para las escaladoras más puras, puesto que incluía un final en alto y una segunda etapa también con puertos de primer nivel de exigencia. En ese territorio y en una subida tan dura como Mente con rampas por encima del 10%, la joven Irene Moreno finalizaba entre las 10 mejores al finalizar octava.
Del mismo modo, Paula Ostiz era tercera en la segunda de las etapas, un día en el que únicamente una treintena de corredoras eran capaces de llegar con la elite. Además, la ya citada Irene Moreno confirmaba su octava posición en la general final. La evidencia es que el ciclismo español femenino tiene, al menos, dos corredoras situadas en la elite mundial de la categoría.