Mikel Landa ha exhibido su poder y su ambición en la segunda etapa de los Pirineos, acompañado e impulsado por Alberto Contador, y el escalador vasco ya es quinto en la clasificación general del Tour de Francia, a 1:09 del líder Fabio Aru, y como una segunda baza que jugar para el Team Sky.
Al ataque con Contador en Latrape, casi llegó a ser maillot amarillo virtual. Su lectura de la etapa era positiva: “La verdad es que ha sido un día durísimo, muy heavy desde el principio. He sacado una gran ventaja y estoy muy satisfecho. Tenerme a mí por delante obligaba al líder a Aru y Bardet a cerrar ese hueco. Queríamos aprovechar que Chris fuera a rueda y rematarles si se podía. Al final he decidido sacar el máximo tiempo posible. El Astana tiene un equipo bastante difícil y ahora tener dos bazas va a ser favorable”.
Cuando quedan ocho etapas por completar, prefiere no marcarse ningún objetivo concreto: “Soy un escalador y cuando hay montaña puedo lucirme. Tengo la incertidumbre de hasta dónde aguantaré, voy a ir día a día, a disfrutar el momento, y lo que sea será”.
Foto: Team Sky
Y tiene muy claro su papel en el Team Sky, subordinado a Froome: “Chris está muy contento con lo que he hecho. Claro que quieres ponerte el amarillo pero… Tengo piernas, no tengo galones. Hemos venido con Chris a ganar un Tour, él ha ganado tres. Yo sé cuál es mi rol, claro que me encantaría ganar y ser el jefe pero estamos aquí para ganar con él. El líder del equipo sigue siendo Froome. Ojalá que él gane el Tour… o si no, yo”.
Asimismo, se mostraba agradecido a Contador: “Me ha motivado mucho. Me decía que estábamos haciendo algo grande y que me iba a ayudar todo lo que pudiese. Me esperaba su ataque. Si alguien me podía arrastrar hacia adelante era él, era la rueda perfecta a seguir”.