Las carreras italianas, ante la encrucijada del coronavirus

strade-bianche-2019-5

Foto: LaPresse - D'Alberto / Ferrari

La crisis del coronavirus está afectando a gran parte del mundo, pero todos los ojos están puestos en China, Corea del Sur, Irán o Italia. Para el mundo del ciclismo, los interrogantes están centrados en tres pruebas que deben disputarse en las próximas semanas: Strade Bianche (7 marzo), Tirreno-Adriático (11-17 marzo) y Milán-Sanremo (21 marzo). ¿Qué soluciones hay?

Lo cierto es que nadie tiene respuestas claras ante un problema como el del coronavirus. La mejor realidad es lo sucedido en el UAE Tour, una prueba suspendida a falta de dos días sin que a día de hoy sepamos si alguno de los ciclistas y/o auxiliares haya dado positivo en los test de la maldita enfermedad. Es más, todo apunta a que los resultados de los miembros del mundillo ciclista fueron negativos. Y a pesar de ello, hay aún tres equipos (Cofidis, Gazprom y Groupama-FDJ) cuyos miembros siguen encerrados en la cuarta planta de su hotel sin poder salir de las habitaciones, además del UAE Team Emirates. Para añadir confusión, no hay datos y todo son especulaciones en una prueba que coincide con las italianas en un detalle básico: es organizada por RCS, la misma empresa. Y parte de su expedición a los Emirates Árabes Unidos aún está en Abu Dabi; otros, afortunadamente, sí pudieron salir.

En las próximas horas -o días- se anunciará la decisión del gobierno italiano, que es el que debe anunciar si se autoriza la celebración de eventos deportivos en un país manchado por el coronavirus, pero con una incidencia geográfica muy dispar: no tiene nada que ver el número de afectados en Lombardía (más de 600 cuando se escriben estas líneas) con el de afectados en Cerdeña, Valle de Aosta o Trento, con cero casos.

Julian-Alaphilippe-deceuninck-quickstep-milan-san-remo-2019-5

Foto: LaPresse – D’Alberto / Ferrari / Alpozzi

Un modelo que no puede descartarse para RCS como salvación económica y deportiva de su modelo es el que utilizó en su día su gran rival, ASO, ante los problemas del París-Dakar. Esta competición automovilística comenzó siendo una carrera entre la capital de Francia y la de Senegal. Los intereses económicos hicieron que la salida acabara desplazándose hasta ciudades como Lisboa, Granada, Barcelona… También la llegada se fue de viaje a otras ciudades africanas en Egipto o Sudáfrica. Pero el verdadero vuelco sucedió en 2009. Tras la suspensión un año por miedo a ataques terroristas, ASO se llevó el París-Dakar a América: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú pasaban a ser el escenario de esta prueba.

Es más que probable que RCS esté pendiente de la evolución médica del coronavirus en Italia y de la decisión gubernamental. Pero lo cierto es que carreras como Strade Bianche son muy difíciles de cambiar de escenario. Pero otras como Milán-Sanremo son citas que podrían desplazarse a zonas más tranquilas, aunque los puristas exclamen que significaría perder la identidad de la cita. El fin de semana está reservado en los planes de todos los equipos y en las televisiones de todo el mundo. ¿Por qué no organizar una clásica en otro lugar? La idea puede sonar loca. Pero del mismo modo que el Dakar cambió hasta de continente, no sería ninguna locura que las grandes carreras italianas pensaran en un plan B en zonas donde se puede hablar de lo deportivo y sólo lo deportivo.

RCS Sport «trabaja duro para garantizar» sus carreras (Comunicado)

Julian Alaphilippe renuncia a la Milán-San Remo