La última vez que Juanjo Lobato alzó los brazos fue el 10 de agosto de 2017, en el Tour de L’Ain. Hasta hoy. Más de un año después, el ciclista de Trebujena vuelve a ganar y lo hace de la forma que más le ha definido a lo largo de su carrera: en un sprint cuesta arriba con una tremenda arrancada ‘lejos’ de meta, a más de 400 metros. Distancia inusual para un velocista.
Lobato ha reconocido que ha vivido tiempos difíciles y este triunfo hace que los esfuerzos hayan merecido la pena: «Este año ha sido muy difícil para mí, demasiado lío. Esta victoria es aún más bonita, más importante para mí y para mi mentalidad de cara al año próximo», ha dicho en Eurosport.
El gaditano ha apuntado que vio el accidente de Albanese (Bardiani), pero iba por el lado contrario y ha podido librarlo sin mayor dificultad: «He visto que ha caído a 400 metros de meta, lo he visto caer pero he podido salir por la derecha y he logrado ganar».