El pasado 30 de abril recorrimos los 225 kilómetros de la distancia intermedia de la Mallorca 312 con una Aurum Magma, una bicicleta que ya probamos en Zikloland recién lanzada y que exprimimos a fondo en esta granfondo en la que se estrenaba como bicicleta oficial.
Juanjo Pereira intenta convencerme: “Tranquilo, hazme caso. No hemos tenido ni un solo pinchazo en más de 50 eventos con clientes y además está recién puesto”. Yo le sigo insistiendo en si es posible cambiar de ruedas y usar unas con tubeless o cubierta tradicional. Pero no. Debe ser tubular. Ante el dilema que planteo siempre me ofrecen soluciones: comprar un espray sellante y echarlo al bolsillo u ofrecerme un tubular de repuesto por si acaso. No cuela. Debo apelar a la sinceridad: “Juanjo, no he cambiado un tubular en mi vida”.
Cuando en octubre de 2020, recién lanzada oficialmente, probamos en Zikloland la Aurum Magma ocurría exactamente lo mismo que en la 12ª edición de la marcha Mallorca 312. Las Zipp 303 venían montadas con tubulares Schwalbe Pro One, pero claro, no era lo mismo. No tiene nada que ver un eventual pinchazo en una salida cerca de casa o de tu coche que participando en una larga granfondo.
Finalmente, Juanjo y Antoine Berte me convencieron: “Llévatela y mañana, a disfrutar”. Pues claro, ¿cómo era posible que me estuviera planteando no usar esta bici por no saber cambiar un neumático que difícilmente iba a pincharse? Realmente, la preocupación por el tubular era lo de menos. No fue más que una pequeña anécdota que en absoluto iba a privarnos de conducir de nuevo una Aurum Magma durante los 312 kilómetros de una prueba ciclodeportiva muy exigente en cuanto a recorrido y dureza del mismo.
Exprimir una bicicleta en una marcha cicloturista de largo recorrido con una alta participación es todo un reto. Más todavía cuando no lo haces con una bicicleta propia y sus medidas exactas, las sensaciones habituales a las que estás acostumbrado a entrenar y pedalear y la comodidad de tu día a día. Pero conviene recordarlo, llevar una Magma no iba a ser algo nuevo ni desconocido. El tacto rápido y preciso del SRAM Red Etap y sus desarrollos, la respuesta de la bicicleta en todos los terrenos y ese rodar veloz y finísimo de los tubulares en las Zipp, ya estaban más que experimentados.
La Magma la dejaron a punto, incluyendo las medidas, en el muy concurrido stand de Aurum, mientras departíamos con Ander Gil, presidente del Senado de España, hablando mucho de ciclismo y bicis y nada de política mientras también ponían a punto la suya. Ya en el hotel, tan sólo hizo falta fijar el dorsal y cortar el sobrante de las bridas y descansar bien para intentar completar la que en principio debía ser la sexta Mallorca 312 de quien escribe, aunque finalmente acabó siendo la primera 225.
La gente la mira y comenta
Con la marcha y sus 8.000 participantes ya estirados en un larguísimo pelotón, las primeras rampas del Col de Femenia sirvieron para aligerar el ritmo y tener la primera toma de contacto con una subida larga. Ahí se relajan los ánimos de la gran mayoría de los participantes hasta la tendida subida por el Gorg Blau y luego la larga y muy rápida bajada del Puig Major hacia Sóller y esos sucesivos preciosos kilómetros de sube-baja bordeando el mar Mediterráneo hasta Andratx.
Es el lugar perfecto para ir a tu ritmo y poder hablar con los participantes disfrutando del recorrido y las vistas. Desde expresiones en inglés tipo “¡Oh, nice bike!” hasta comentarios típicos de grupeta de “mira qué fina es la Aurum de Contador”. Expresiones y curiosidad que recordaban a la mucha expectación que levantó la Magma en nuestras primeras salidas de la prueba en Zikloland en septiembre-octubre de 2020, cuando rodando de forma tranquila todavía con restricciones de confinamiento perimetral, se formaban auténticas hileras de ciclistas para verla de cerca y preguntarnos por ella.
Dos años después, esa expectación y curiosidad no ha descendido. Y ni mucho menos en un escenario como la Mallorca 312, donde conviven 8.000 ciclistas con sus 8.000 bicicletas y donde Aurum, ahora como proveedor oficial del evento, dio a conocer de cerca las nuevas versiones de la Magma en el color Artic White o dos ediciones especiales en color verde y morado. En otoño está previsto el lanzamiento del kit cuadro del nuevo modelo de gravel, todavía por desvelar, ya que las exigencias del mercado también están siendo respondidas desde la marca con una nueva montura.
A la hora de devolver la bici en el stand de Aurum y contestada la primera pregunta de qué tal fue la marcha y cuáles las sensaciones, llegó la cuestión inevitable: “Al final no has pinchado”. Pues no, y durante las más de ocho horas sobre la Magma no pensamos en esa posibilidad durante ni un solo segundo. Toda la atención fue a parar a la carretera, a extremar la precaución en los descensos, a disfrutar de un evento que año tras año sigue creciendo y superándose y, por supuesto, a conocer un poco mejor en 225 kilómetros y a cierto ritmo una bicicleta de primerísimo nivel. Aunque realmente deberían haber sido 312. Veremos en 2023 y, muy probablemente, con alguna pequeña novedad de diseño en el cuadro de la Aurum Magma.