El colombiano Miguel Ángel López vuelve a estar en el centro del huracán de la polémica, pero en esta ocasión su papel es claramente el de víctima de una equivocada táctica de su equipo: Astana. En la cuarta etapa de la Vuelta a Andalucía, la carrera se volvió loca y acabó siendo una locura sin sentido.
El ataque de muchos de los hombres más fuertes del pelotón sirvió para que el grupo y la estabilidad saltara por los aires. Por delante, Miguel Ángel López era el líder virtual y, además, tenía compañeros de equipo para protegerle en los kilómetros finales.
Sin embargo, Alexey Lutsenko fue uno de los primeros en romper la armonía de los escapados. Finalmente, en cabeza se marcharon dos hombres: Wouter Poels (Bahrain) y el citado Lutsenko. Pero esa fuga no podía ser bueno ante los ojos del equipo Astana, puesto que de llegar ambos a meta… el líder pasaba a ser Poels.
A pesar de esa situación, Lutsenko colaboró de lo lindo con Poels sin que el coche de Astana frenase la situación. Y para mayor esperpento, Poels también batió en el sprint a Lutsenko, quien se quedó con la segunda posición en la etapa. A falta de una etapa, todo puede pasar en la Vuelta a Andalucía, pero lo único seguro es que la táctica de Astana ha sido incomprensible y ha perjudicado gravemente a Miguel Ángel López.
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