El parón de ciclismo por la actual pandemia de coronavirus es una desgracia para todo el mundo ciclista, pero no a todos los equipos les afecta por igual. Algunos centraban sus objetivos en la primavera, mientras que Movistar Team había preparado un proyecto con objetivos para años futuros y la segunda mitad de 2020.
Es ciclismo-ficción vaticinar cuándo se retomará la temporada ciclista y cuál será el estado de forma de los ciclistas después de las próximas semanas o meses de confinamiento en sus casas. Sin embargo, los planes de Movistar Team, que pensaba acudir al Giro sin ninguno de sus tres líderes, no se trastocan tanto en teoría como los de otras escuadras.
Además, el lesionado Mathias Norsgaard podrá recuperar su maltrecha tibia con más tranquilidad. El resto de jóvenes tendrán tiempo para asimilar este primer bloque de competición y podrían correr con más libertad en la segunda mitad de año, suponiendo que habrá una gran concentración de carreras entre las aplazadas y las que mantendrían su fecha original. Y, pensando en los líderes, a Alejandro Valverde le podría beneficiar la disputa de clásicas como la Milano-Sanremo o incluso el pavés a final de año, teniendo en cuenta que su rendimiento suele ser notable en verano y otoño.
Foto: Photo Gomez Sport / Movistar Team
Y es que la pausa les puede ayudar a replantear sus objetivos o actitud en carrera con sus recursos actuales. Se preveía que sería una temporada de transición para el equipo navarro y los dos primeros meses de competición han confirmado ese supuesto. Solo Marc Soler ha podido subir a lo más alto del podio, en el Trofeo Pollença – Port d´Andratx. Alejandro Valverde fue segundo en el Trofeo Serra de Tramuntana y el Cullera, final de la segunda etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana, batido por Emanuel Buchmann y Tadej Pogacar, respectivamente. A Enric Mas un catarro le impidió acercarse a su mejor versión.
Así, Movistar Team cierra el primer bloque de carreras en la vigésima posición del ranking UCI, entre los últimos equipos del WorldTour, y, para colmo, viendo cómo Nairo Quintana ha recuperado su mejor versión tras salir del equipo.
Pero también ha habido notas positivas. Sebastián Mora dejó una imagen fantástica en el Mundial de Pista de Berlín, no solo por sus medallas en Puntuación y Scratch, sino por su carácter combativo y las piernas que exhibió de cara a la posible celebración de Juegos Olímpicos este verano. Entre los neoprofesionales, Íñigo Elosegui demostró en San Juan y los Emitatos el oficio y la entrega que se le pide a un hombre de equipo, mientras que el suizo Johan Jacobs ya ha dejado detalles de calidad en los abanicos de San Juan, las fugas de Provence o las piedras de la Omloop Het Nieuwsblad, donde fue el más joven entre los 30 primeros de la carrera.
A día de hoy no se puede hacer una evaluación ni un pronóstico de la temporada de Movistar Team, más allá de lo apuntamos a principios de año. Una estructura en la que el 50% de los ciclistas son nuevos, además de gran parte del material e incluso costumbres, como la novedad del training camp celebrado en Calpe en enero con Patxi Vila al frente, responsable de Rendimiento del conjunto de Eusebio Unzué.
Seguirá por tanto siendo un año de adaptación para los azules, ahora con el condicionamiento de la pandemia de COVID-19. Una situación crítica que, sin embargo, puede reforzar el espíritu de un bloque joven con el que Movistar Team espera lograr éxitos en el futuro.
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