Mundial 24 horas CRI: Julián Sanz se prepara para «la olla de Borrego»
Julián Sanz afrontará el Campeonato del mundo 24 horas CRI el próximo 3-4 de noviembre en Borrego Springs (California, Estados Unidos). El pionero del ultrafondo en España se prepara no solo para simplemente competir, sino para dar el máximo nivel y alcanzar el podio en su tercera experiencia.
Sanz pedalea para superarse a sí mismo cada día, en los entrenamientos y en las competiciones. Su exigencia y entrega es absoluta. Este 2017, repitió victoria en el Campeonato de España 24 horas en Cheste, recorrió 889 kilómetros por los 847 del año anterior. Ahora llega su principal reto: el Mundial, www.24hrworlds.com, y mejorar su cuarto puesto del año pasado.
Una profesionalidad que desafortunadamente no va acompañada del apoyo económico suficiente que necesita para disputar el calendario de vueltas y culminarlo en la Race Across America, el Ironman del ultrafondo y que disputó cuatro veces, siendo cuarto en 2012. No pierde la esperanza y entretanto se ha reconvertido para rendir en pruebas de 24 horas. El Mundial de Borrego le espera y él explica en primera persona en Zikloland sus sensaciones a menos de un mes vista. Su sacrificio personal.
Las peculiaridades del Mundial
La carrera es que se desarrolla en un desierto. Es una zona que está a una altitud a 100 metros por debajo del nivel del mar y es como si estuvieras metido en una olla. Estás rodeado de montañas. El recorrido es de 37 kilómetros y medio y es alrededor de un pueblo que se llama Borrego Springs. La característica principal es el clima. Por las noches puede hacer 2 grados, y por la mañana subir rápidamente a 25, 30 grados. Se han llegado a máximas de 44 grados. El contraste es muy rápido de las 6 de la mañana a las 11 de la mañana hace todo el cambio de temperatura.
La otra característica clave es que el tipo de competición es drafting. Entonces, se utiliza bicicleta de cabra, por eso el tema de la aerodinámica es importante, y el hecho de no poder ir a rueda te condiciona mucho el nivel de concentración que debes tener en toda la prueba. Al final, si tienes un bajón no te puedes apoyar en nadie.
La estrategia
Va a ser la tercera vez. En el primer año, el planteamiento al competir fue ser muy estable desde el principio. Nos planteamos un rendimiento de 240 vatios desde el principio y casi plano hasta acabar. Lo que ocurre con este tipo de estrategia es que, todo lo que vas perdiendo con respecto a los primeros puestos, sabemos que no se recupera. Por muy fresco que vayas, esa frescura no te permite remontar. No puedes hacer una estrategia que sea de menos a más.
El segundo año lo que aprendimos fue que había que trabajar unas características físicas que nos permitiera empezar más fuerte y situarte en carrera. Por lo menos, que en la hora 12 estuviéramos en los puestos de podio o con la gente de delante. La estrategia no puede ser lineal, porque al final son 24 horas, y solamente con el cambio de noche y día o temperatura no te puedes plantear ni un rendimiento lineal ni de aumento, por la fatiga del paso de las horas. Para todos los corredores que quieren acabar arriba, la estrategia es esa: empezar muy fuerte 7-8 horas.
Los vatios
En torno a 270 vatios y una media de unos 39km/h en las primeras 7 horas, para poder plantarte arriba. La diferencia de hacerlo estable, es que el tiempo perdido entonces no lo vas a recuperar. Al empezar a ese ritmo, luego se amortigua. Una vez que pasan esas 7 horas, necesitas hacer una pequeña pausa, pero en la que no pierdas mucha velocidad tampoco. A eso lo llamamos amortiguar. Bajamos a unos 220-230 vatios, a una velocidad de 32-33km/h, y luego la idea en la que estamos trabajando este año, que sería dar un paso más, sería conseguir que en toda la parte estable del resto de la prueba esté en torno a 250 vatios. Aunque pueda haber pequeñas amortiguaciones de la hora 12 a la 24, bajar media hora o una hora a 220, pero para volver luego a 250. Con esa idea es la que ahora todos los corredores que están arriba están trabajando.
El objetivo
El objetivo es el podio. El año pasado fui cuarto. El podio se perdió, además, por una intensidad de más en la hora 10 o así, que me repercutió y en la hora 17 tuve que echar pie a tierra. En una prueba de este tipo, si quieres estar arriba no puedes echar pie a tierra.
La preparación
Ahora estamos en la recta final de la preparación de cara a Borrego. Lo que se está planificando son entrenamientos en los que tengo que cumplir esa intensidad estable que queremos hacer a partir de la hora 12. Digamos que toda la primera parte de intensidad la tenemos muy trabajada, y además se solapa con las pruebas de 24 horas en circuito. Y parece que soy bastante solvente en ella, y entonces falta que yo interiorice la parte de amortiguar y volver a 250 repetidamente para lograr estar estable hasta el final.
Y es la parte que más me cuesta, porque digamos que la primera parte de intensidad es mucha euforia, hay activación del cuerpo, pero lo que más cuesta es la estabilidad. Te tienes que esforzar mucho en la concentración de lo que estás haciendo: es más monótono. A 250 vatios también se va rápido pero el cuerpo, el gesto, la relajación de la zona cervical, de las manos… cambia respecto a cuando vas a 270 vatios, donde la misma tensión del pedaleo ya te mantiene alerta.
Un día de entrenamiento
Lo que hemos hecho son dos tipos de entrenamiento. Por un lado, entrenamientos en los que tocamos intensidades muy altas durante tres horas: hacemos una hora para amortiguar y volvemos a la parte principal, en lo que queremos incidir. Unas 24 horas mini, y en horario de noche. Y luego, con pocas horas de descanso y de sueño, al día siguiente, volvemos otra vez al recorrido elegido en el entorno de Landa, y en horario de día seguimos estabilizando. Alargar eso, volver a 250 vatios y seguir estabilizando tras seis horas.
Un día normal puede ser hacer unas seis horas, de diez de la noche a cuatro de la noche más o menos, luego dormir lo que se pueda hasta las ocho-nueve de la mañana, y volver a subir al Landa para hacer nuestro entrenamiento de 10 a 4 de la tarde. También, el hecho de entrenar en Landa, el desplazarme a un lugar que hemos escogido que se asemeja a un recorrido de 40 kilómetros como el de Borrego, supone también mentalmente una carga importante.
Es más cómodo salir desde casa, pero el ir a Landa supone una rutina de preparación de la comida que vamos a llevar para el entrenamiento, de la bici, todo, que psicológicamente también tiene un peso fuerte. También es específico el hecho de empezar los entrenamientos a la noche, porque la carrera en Borrego sale a las 6 de la tarde, que ya es de noche, y por eso la parte de intensidad la unimos a la noche y la parte de estabilidad la unimos al día.
Una apuesta personal
Totalmente. BH, TM Grupo Inmobiliario, Verge, Asdan, Aiarabike, FFWD y Powerbar me acompañan en Borrego. Con el tema de patrocinios, la verdad es que es algo que está complicado. Cuando hacía por ejemplo la Race Across America o el Camino de Santiago en 24 horas, se veía esto como algo más excepcional. Ahora, con las redes sociales se valoran otras cualidades, se mide el retorno por cantidad y menos por la calidad. Mi uso de las redes es selectivo en este aspecto y trato de publicar sólo cuando entiendo que tiene suficiente interés al contrario de lo que sería lo mejor, ese “todos los días algo” que no comparto como un buen uso de las redes. Y tú te quedas con una trayectoria desde el año 2007 luchando para estar con los mejores pero no respondes a lo que los patrocinadores piden.
Me centro en rendir lo más que puedo y desarrollar mi deporte en las competiciones, es difícil compararse con quienes usan las redes sin contenido. Por eso intento hacer artículos que sean más técnicos y que transmitan algo diferente, siendo fiel a mi forma de entender la competición
El sueño de la Race Across America
Realmente, me daría pena retirarme o decidir que ya no sigo compitiendo sin volver a competir allí. Y el motivo es que, aunque he competido en pruebas de 24 horas y ha habido buenos resultados; hace 5 años no era competitivo en pruebas de 24 horas. El motivo es que me he tenido que adaptar a estas pruebas porque no había presupuesto para competir en pruebas de a partir de 1.000 kilómetros, pero en realidad, mi calendario ideal siempre hubiera sido la Vuelta a Eslovenia, la Vuelta a Austria y luego ir a Race Across America. Pruebas de varios días, pruebas de más de 1200 kilómetros que se adaptan mucho más a mis características.
El tema es que no ha habido apoyo económico para ir a esas pruebas, las pruebas más cercanas que han salido han sido pruebas de 24 horas, y he tenido que adaptarme. Al final considero que he conseguido buenos resultados, pero sin duda me daría muchísima pena que no hubiera ese presupuesto para volver a Estados Unidos.
El reconocimiento del ultrafondo en España
El año que viene la especialidad entra en los reglamentos de la Federación Española y se celebrará la primera Copa de España. Es algo que siempre hemos querido perseguir, que haya ese reconocimiento, porque cuando se han pedido becas o acceder a la ayuda del CPT de Getxo, se decía que era una especialidad que no estaba reconocida. Y, paralelamente a eso, yo veía cómo en otros deportes se integraba la ultradistancia, por qué no en el ciclismo…
Yo siempre lo he perseguido y ahora se ha reconocido. Heliodoro (Herrero) está haciendo todo el esfuerzo organizativo, porque la normativa existe, pero ahora hacen falta pruebas. En principio la Copa de España va a tener cuatro pruebas y es un calendario atractivo: dos carreras con drafting, dos sin. Pero falta poder competir en una prueba de varios días.