Nairo Quintana es el gran favorito a conquistar el Giro de Italia del Centenario y bañarse en rosa tal y como hizo en 2014. No es sino el primer escalón de su ambicioso doble reto de la temporada pues su sueño es vestirse de amarillo en París y conquistar el Tour de Francia.
El líder del Movistar Team es el candidato número a ganar el Giro en la salida del próximo viernes en Cerdeña sobre un mapa quizá más humano que en ediciones anteriores, pero montañoso en cualquier caso y con una última semana que da mucho respeto.
Quintana da primero una visión general de lo que le espera durante el próximo mes: “Es un recorrido muy exigente, muy duro. Destaco sobre todo la última semana por la cantidad de subida que hay. Creo que se van a hacer muchas diferencias allí y esa creo que es la particularidad de esta edición, que se han inclinado por un recorrido para escaladores. Fui a reconocer hace unos meses algunas etapas de la última semana como Piancavallo o Asiago con la subida previa a Monte Grappa, que seguro que van a hacer estragos en muchas piernas. Y también el Blockhaus o la crono de Foligno”.
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El colombiano analiza las 21 etapas, centrándose en los finales en alto y las jornadas de alta montaña, así como en las dos cronos.
Inicio en Cerdeña (1ª-4ª etapas)
“Son tres etapas en las que hay que tener mucho cuidado junto al equipo para evitar perder tiempo y también las caídas. El objetivo es llegar sanos y salvos al Etna. Son etapas difíciles para mí, pero tenemos gente que se defiende muy bien en ese terreno y si vamos delante no tendremos que tener problemas. Serán muy nerviosas porque son de las pocas oportunidades que tendrán los sprinters”.
Etna (4ª etapa): “No conozco la subida, pero lo que se ve en el perfil es una etapa muy dura. Yo llevo un par de meses sin competir y mis rivales sí han hecho carreras. Por eso seguramente me falte un poco de ritmo de competición respecto a ellos y el objetivo ese día será no perder tiempo”.
“Esas cuatro etapas antes de la montaña espero que me ayuden a seguir cogiendo el punto de competición hasta llegar al Blockhaus, que ya es una subida que da respeto. Es muy dura, conozco la primera parte y va a ser un puerto que va a comenzar a hacer diferencias y a seleccionar el grupo de favoritos para la general”.
2ª semana (10-15ª etapas, con la crono de Foligno y Oropa)
Foligno CRI (10ª etapa): “Es una crono bastante exigente, muy larga. Creo que no me desfavorece tanto porque tiene varios repechos que me pueden ayudar porque en ese terreno contrarreloj me defiendo bien. Está claro que me puede favorecer que el resto de favoritos no sean grandes especialistas, aunque gente como Pinot y Nibali sabemos que destacan contra el crono. Esperemos no perder mucho tiempo para afrontar la semana siguiente que es muy exigente”.
Oropa (14ª etapa): “Después de unas etapas más asequibles llegamos a la etapa de Oropa. La conozco y es una subida bonita, que me gusta. Es una etapa particular, corta y con una única subida al final. Allí sí que seleccionará todo y la entrada al puerto va a ser bastante ‘divertida’. Esperamos poder entrar adelante y luego allí ya será casi una cronoescalada hasta la meta”.
Bormio (16ª etapa): “Empezando por el Mortirolo, que sabemos lo exigente que es, y luego las dos subidas al Stelvio por vertientes diferentes. Va a ser una etapa especial porque en esas dos pasadas por el Stelvio llegamos casi a los 2.800 metros de altitud y eso le va a hacer daño a mucha gente. Y en el descenso de cara a meta también habrá que estar muy atento. Creo que la etapa del Stelvio va a ser la etapa reina, muy decisiva”.
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