Obituario: Davide Rebellin, una vida de pasión por el ciclismo

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Rebellin, con el maillot y el cuadro de su nuevo equipo. Foto: Cambodia Cycling Team

El fallecimiento de Davide Rebellin supuso una inmensa conmoción en el mundo del ciclismo. Con sus luces y sus sombras, Davide Rebellin es una figura imprescindible para conocer el ciclismo de principios del siglo XXI. Es tiempo de rendir un merecido homenaje en forma de obituario.

El italiano Davide Rebellin fue siempre un hombre enamorado de la bicicleta. Esa es la mejor definición que de él puede hacerse. Siguió corriendo cuando lo más lógico era colgar la bici y dejar de ponerse dorsales sobre la espalda, pero nada podía frenar su pasión por el ciclismo. Es más, ese fue el lugar en el que encontró su trágica muerte, justo en el primer año en el que se había desenganchado del ciclismo profesional, aunque no de la bicicleta y los entrenamientos. Un camión le golpeó en un accidente mortal que certifica la falta de conciencia de muchos conductores frente a los ciclistas.

San Bonifacio es la localidad veronesa que vio nacer a Davide Rebellin allá por el año 1971. En las categorías inferiores demostró que estaba en la elite ganando el Giro delle Regioni y siendo segundo en el Mundial de Stuttgart. Curiosamente, como profesional no volvería a ganar grandes vueltas y toda su trayectoria estaría enfocada hacia las clásicas.

Tras un inicio dubitativo como profesional, la llegada a Polti hizo que comenzásemos a ver su mejor versión. Ganó en Monte Sirino una etapa del Giro de Italia y fue maglia rosa durante cinco etapas. Acabó sexto en la general. Pero como decíamos antes su futuro no iba a estar vinculado a las grandes vueltas sino a las carreras de un día y vueltas de una semana.

En su primera juventud, Rebellin ganó carreras como la Clásica de San Sebastián (1997), o la Tirreno-Adriático (2001), pero su gran momento deportivo llegó de la mano de Gerolsteiner. Y también llegaría su gran drama. Con el equipo alemán, Rebellin fue capaz de ganar la Amstel Gold Race, la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja en el mismo año.

A pesar de la edad, Rebellin seguía acumulando victorias: París-Niza, Flecha Valona… y mostrando una regularidad pasmosa, puesto que fue tercero en el Ranking ProTour de 2005 y segundo en el Ranking ProTour de 2007. En 2008 cumplió el sueño de su vida: representar a Italia en los Juegos Olímpicos. Y, además, logró la medalla de plata. La vida no podía irle mejor… hasta que ese castillo de naipes fue destruido por completo en un control antidopaje en el que se detectó EPO CERA y se descubrió que no había jugado éticamente.

El análisis fue descubierto en la primavera de 2009. Había serias dudas sobre la limpieza de los corredores de Geroslteiner y se analizaron las muestras de los Juegos de 2008 utilizando una nueva técnica de los laboratorios. Rebellin, ajeno a todo ello, seguía ganando y ganando carreras. Pero llegó el positivo y su descalificación, así como la sanción y la pérdida de la medalla olímpica, algo que el ciclista italiano nunca asimiló ni reconoció. Jamás aceptó que había utilizado sustancias dopantes, una decisión totalmente equivocada que le llevaría a ser discriminado más allá de la sanción deportiva.

Para colmo de males en ese negro período de 2009, su esposa solició el divorcio y la Agencia Tributaria de Italia le exigió una cantidad astronómica por considerar que no residía en Mónaco. En otras palabras, la tormenta perfecta cayó sobre la cabeza de Rebellin: problemas en casa, problemas económicos y sanción deportiva por dopaje.

Rebellin regresó con el modesto equipo Miche en 2011 y ganó los Tre Valli Varesine. Más tarde acabó firmando por el equipo CCC, ya en categoría ProTeam, pero su nombre estaba vetado en las grandes competiciones y se le prohibió disputar el Giro de Italia. Rebellin, con más de 40 años, siguió compitiendo, aunque siempre para equipos modestos y lejos de los grandes focos. Eso sí, disfrutando de la bicicleta como el primer día. Y disfrutando de la bicicleta como hasta su último día, cuando un camión provocó un accidente mortal a un hombre pegado a una bicicleta, a Davide Rebellin.