La llegada de los frenos de disco hidráulicos para bicis de carretera ha supuesto una auténtica revolución en el pelotón. Después de muchos meses y kilómetros utilizando frenos de disco, hemos podido comprobar en multitud de situaciones reales por qué son, objetivamente, la mejor solución también sobre el asfalto.
Los cambios pueden ser duros, pero si son a mejor no hay duda. Ha llegado el momento de mejorar la seguridad del ciclista, y eso sí que es una gran inversión de futuro para todos los amantes de las dos ruedas.
Imagina que vas bajando un puerto a gran velocidad, un puerto que quizás conozcas muy bien al ser un habitual en tus rutas. Sabes muy bien dónde hay que reducir y cómo entrar en esas curvas de horquilla que a tantos nos gustan. Imagina ahora que pudieras frenar mucho más tarde, con un mayor tacto y progresión sobre el freno, sin miedo a que, tras una larga recta, al llegar a la curva el freno no pierda potencia o se caliente.
Orbea Orca 2017:
Los frenos de disco son más potentes, más progresivos, más sencillos y responden igual ante cualquier climatología. Son ventajas objetivas e indiscutibles, que por sí mismas justifican de sobra su existencia:
1) Mayor potencia de frenado: Las distancias se acortan. Gracias una potencia muy superior frente a los frenos tradicionales de zapata, los frenos de disco hidráulicos permiten frenar en torno a un 40% más rápido en situaciones complicadas. Estos son datos a los que todas las marcas hemos llegado a través de diferentes test.
2) Mejor control: El tacto de los frenos de disco es más suave y gradual que uno de zapata. Te bastarán unos pocos kilómetros para darte cuenta de cómo puedes graduar tu frenada con poco esfuerzo y conseguir así una frenada menos brusca, mejorando de este modo la conducción sobre la bici a cualquier velocidad.
3) Mayor seguridad: Uno de los grandes inconvenientes de los frenos tradicionales de zapata es la pérdida de potencia de frenado en situaciones de humedad o lluvia o por el sobrecalentamiento de las llantas en descensos prolongados. Esto es, nunca mejor dicho, agua pasada.
Éstas son las tres ventajas más evidentes de los frenos de disco en carretera. Veamos ahora el resto de aspectos relacionados con tu experiencia ciclista en los que los frenos juegan también un papel:
- El peso
- Mantenimiento
- Durabilidad
- Montaje
- Roces
El freno hidráulico está consolidado en muchos sectores desde hace mucho tiempo. En carretera, las marcas nos hemos centrado hasta ahora en todo aquello que nos hacía ir más rápido (el peso, la aerodinámica…), pero sabemos que los usuarios valoran también otros factores como el confort.
Desde ese punto de vista, el contar con una frenada más eficiente como la que permiten los frenos de disco es un avance muy sustancial. Fíjate en el Mountain Bike: hace unos veinte años comenzamos a oír hablar de la llegada de los frenos de disco para las bicis de MTB (tras pasar por los V-brake o los frenos hidráulicos de zapata). En ese momento hubo algunos escépticos: hoy en día ya nadie los discute y no hay bici de montaña que no los lleve montados de serie.
El artículo completo en el Blog de Orbea
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