Rigoberto Urán (1987, Cannondale-Drapac) alcanzó la gloria en París, segundo en el Tour de Francia que ganó Chris Froome, un puesto que da continuidad a los conseguidos en el Giro de Italia en 2013 y 2014. “No es casualidad”, recuerda el colombiano.
Urán ha regresado a lo más alto y a lo grande, en el Tour y cuando no aparecía en las apuestas, después de dos temporadas sin los resultados esperados. Pero él nunca ha dejado de creer. La recompensa le llegó en el Tour, segundo a 54” de Chris Froome y de dar la campanada.
“Yo digo que uno siempre se prepara para ganar, pero hay que ser realistas también. Cuando vas a un Tour y hay un equipo superfuerte como el Sky, terminar segundo, y con esa diferencia, la verdad es que me quedo a gusto. Se intentó alguna vez, pero era difícil soltar a Froome. Sabía que tenía alguna opción en la crono y me jugué todo, y me salió mejor de lo que pensaba”, afirma poco antes de tomar la salida en la Clásica de San Sebastián, 23º en meta.
Ahora espera aprovechar su momento de forma y mantener ese nivel de resultados. “Yo siempre he pensado que me queda mucho ciclismo: tengo 30 años y estoy en una edad buena. He demostrado que cuando no tengo tropiezos y estoy bien de salud puedo estar con los mejores en todos los terrenos”, asegura.
Segundo en los Giros de 2013 y 2014 y segundo en el Tour 2017, superado por Nairo Quintana, Vincenzo Nibali y Chris Froome, respectivamente. “No es casualidad. Está claro que me van las carreras de tres semanas y también las de un día. Sigo con el sueño de ganar una grande algún día, es por lo que siempre hemos apostado. Este resultado da más confianza y compromiso para seguir trabajando”, apunta.
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— Rigoberto Urán ЯU (@UranRigoberto) 29 de julio de 2017
Urán ha recuperado por tanto su mejor versión y su rendimiento en el Tour 2017 le refuerza para el futuro. “Fueron dos años sin resultados en las grandes carreras, pero esto da un poco más de confianza. Nunca he perdido la fe. De hecho, se lo he dicho a mi equipo y a mi familia. El día que perdamos la fe es mejor dejarlo porque este es un deporte que tiene que gustar. Ganes o no ganes, tienes que disfrutar los entrenamientos, venir a Europa, correr… El día que uno pierda esa ilusión será la hora de dejarlo”, recuerda.
Su próximo calendario pasa por el Tour Colorado (10-13 agosto) y las clásicas de Québec y Montréal, el 8 y el 10 de septiembre, antes de afrontar el Campeonato del mundo de Bergen (Noruega) y “todo el calendario de Italia hasta Lombardía”.