Lo admitimos, cada vez parece más complicado elegir un casco aun sabiendo que es el elemento esencial e imprescindible de seguridad para practicar ciclismo. Afortunadamente, fabricantes como Rudy Project tratan de que esta decisión sea un poco más llevadera a la hora de elegirlo. La marca italiana es distribuida en España por Sportmed, www.sport-med.es.
En nuestras manos, o mejor dicho, sobre nuestra cabeza han caído dos modelos de la firma italiana, el Spectrum, que es el mismo que lucen los ciclistas del equipo World Tour Bahrein-Merida desde esta misma temporada, y el Strym, una versión con elementos de seguridad y prestaciones casi tope de gama pero a un precio más asequible.
En este caso concreto, todo depende de cuál vaya a ser el uso que le vayamos a dar al casco, es decir, qué tipo de protección y diseño queremos para proteger nuestra cabeza. Si somos ciclistas de salidas esporádicas y más relajadas, tal vez el Strym sea nuestra mejor opción entre estos dos modelos de Rudy Project, destacando su gran relación calidad-precio. Es un diseño más redondo y menos agresivo y ‘racing’ que el conocido modelo Racemaster que ya probamos anteriormente en Zikloland y que por supuesto es válido para carretera, montaña o gravel. Esta firma no hace excepciones entre modelos aunque tenga algunos específicos de MTB.
El Strym cuenta con 16 orificios de ventilación estratégicamente situados para mejorar la circulación de aire y mantener nuestra cabeza siempre fresca cuando pedaleamos. Decíamos que cuenta con un diseño más redondeado en sus formas y aparentemente podría asimilarse a una opción cien por cien aero, pero no cuenta con una carcasa casi cerrada como por ejemplo el Boost, por lo que es bastante similar en apariencia al Spectrum que también hemos elegido en esta prueba. Llama la atención su rejilla interior frontal para protegernos de insectos o cualquier objeto que se nos pueda colar en marcha, un detalle que hay que agradecer al fabricante para evitar a estos pequeños e indeseados ‘enemigos’.
Cuenta con un el cierre trasero de rosca RSR10, al igual que el Spectrum, y se trata de un ajuste micrométrico para ejercer la presión adecuada y que es sinónimo de comodidad cuando lo vamos cerrando y se combina con las almohadillas interiores.
El peso anunciado por la propia marca es de 250 gramos, bastante ligero por tanto, y está disponible en dos tallas: S-M y L. Lo que más llama la atención es su gran variedad de colores, hasta ocho, pasando por blanco y negro brillo y mate, azul marino, rojo, un azul más claro con toques naranjas y el modelo de nuestra prueba, un amarillo flúor que nos hace bastante más visibles en la carretera ante el tráfico a motor.
Es de agradecer que los fabricantes de cascos apuesten en su variedad cromática por estos modelos más visibles, del mismo modo que en el caso de este Strym podemos combinarlo con el color de nuestra bici o nuestra ropa habitual, si lo que estamos buscando real o adicionalmente son elementos estéticos.
El casco Strym de Rudy Project nos ha dejado una grata impresión pese a tener un precio de gama media, es decir, entre 85 y poco más de 90 euros dependiendo el punto de venta. El mercado avanza a una velocidad y hacia una dirección concreta en la que parece que un elemento indispensable como el casco sólo es bueno si pagamos un alto precio por él. No es el caso de este modelo de la firma italiana ya que llevan en este negocio desde principios de los años noventa, sabiendo evolucionar y aplicando siempre todo su empeño y tecnología en nuestra seguridad.
SPECTRUM: UN CASCO TESTADO Y AVALADO POR LOS MEJORES PROFESIONALES
Vincenzo Nibali, Sonny Colbrelli, Iván García Cortina, Domenico Pozzovivo… son sólo algunos de los ciclistas más reconocidos del Bahrain-Merida y del World Tour y todos ellos tienen desde esta temporada el Spectrum de Rudy Project como casco principal, utilizando también los modelos Volantis y el Aero Boost.
El diseño del Spectrum es redondeado y con tendencia a un modelo aero, mucho menos agresivo que el Racemaster que ya probamos anteriormente en Zikloland. Cuenta con una muy buena ventilación gracias a sus 15 orificios y que cuenta con tecnologías de vanguardia de seguridad como la construcción In-Mold que moldea la cubierta externa de policarbonato directamente durante la etapa de inyección de la espuma absorbente de impacto de poliestireno expandible (EPS).
Esto último significa que el resultado es una estructura más rígida, más resistente a los golpes y extremadamente ligera que permite además mejorar el sistema de ventilación. En definitiva, la acción combinada de la estructura de EPS, la tapa de policarbonato y el exoesqueleto crea una resistencia a la acción mecánica ejercida por un impacto y disipa la energía para evitar que se transfiera a la cabeza de la persona que lleva el casco.
Describiendo el modelo Strym hablábamos de la rejilla interna de protección. Ampliando cuál es su función, al margen de mantener a raya a los insectos que puedan penetrar en marcha, la marca nos asegura que también está diseñada para reforzar la resistencia de la estructura en caso de impactos que brinda una resistencia adicional al casco.
En cuanto a la tecnología ‘Hexocrush’ se trata de una estructura completamente nueva y de la que Rudy Project presume en este casco estrella de su catálogo. Está diseñada para maximizar la seguridad y garantizar un nivel de seguridad “sin precedentes”. El forro está moldeado con dos densidades de espuma diferentes y la estructura en forma de hexágono proporciona una mejor absorción de impactos al disipar las fuerzas del propio impacto lateralmente y radialmente. De este modo, el ‘Hexocrush’ reduce la presión de la fuerza G en nuestra cabeza en caso de caídas o impactos.
Es normal que un casco de gama alta tenga que definirse con paciencia y por nuestra parte tengamos que detallar todas estas tecnologías en su diseño y construcción. Pero a la hora de ponernos el casco Spectrum y ajustar su cierre Fostex RSR10, es decir, la rosca trasera, nos damos cuenta de que esa presión y el ajuste es total y muy cómoda en nuestra cabeza.
El cierre Fastex en la barbilla es bastante sencillo y rápido de usar, igual que los ajustes laterales de las correas, llamados por el fabricante ‘Divider Pro Sider Bukles’. En este sentido agradecemos esa facilidad para nuestros dedos y también para nuestro instinto cuando incluso vamos en marcha. Jugando con este ajuste encontramos también un elemento extra de seguridad para que en ningún caso el casco ‘baile’ y del mismo modo para no ejercer más presión de la necesaria en nuestra cara o en nuestra barbilla. Apretarlo demasiado es igual de desaconsejable que llevarlo muy suelto, aunque esto es simplemente una opinión particular. Podemos estar seguros de que el ajuste del Spectrum es exquisito en todos los sentidos.
Este modelo está disponible en tres tallas, la S, la M y la L, con un diámetro bien diferenciado para que sea más sencillo elegir el que mejor se adapta a nuestro cráneo. Y ya sea en su versión con o sin MIPS, los colores también son variados. El de nuestra prueba es una elección de alta visibilidad en amarillo flúor, pero también conviene destacar en su amplia variedad cromática opciones en blanco y negro, rojo o azul turquesa con toques negros. En este caso es de agradecer que los fabricantes de cascos se preocupen por diseñar colores que nos hacen más visibles en carretera.
DEFENDER: OTRA DIMENSIÓN PARA NUESTROS OJOS
Esta casa italiana sigue cuidando sus cascos tanto como sus gafas, su producto estrella. Por esta razón en este test no podía faltar su nuevo modelo Defender, un paso más que se diferencia de las Tralyx o las Sintryx, que también hemos probado anteriormente en Zikloland. Las Defender son unas gafas de gran pantalla, de apariencia agresiva y muy vistosa pero con una comodidad y ligereza espectaculares (sólo 28 gramos según el fabricante). Además de su amplio campo de visión, algo que puede comprobarse nada más colocárnoslas y empezar a pedalear, mirando a ambos laterales para comprobar que, efectivamente, no hay ningún ‘ángulo muerto’ en nuestra visión.
Rudy Project presume de que es su gafa más avanzada y que está inspirada en sus tres décadas de experiencia en el sector. Además cuenta con el sistema de ventilación Power Flow y una suavidad y ajustabilidad muy amable en la zona de las patillas. Los cristales se pueden cambiar fácil y rápidamente, desde el puente de la nariz hasta los ‘bumpers’, es decir, la zona que recubre el cristal justo debajo de los ojos.
Hasta nueve modelos diferentes de cristales y una variedad aún más amplia de colores, que puede ser mucho más personalizable intercambiando esos ‘bumpers’ y combinando a nuestro gusto. En cuanto a los cristales, destacan cuatro variedades de ImpactX fotocromáticos (los cristales que van tintándose en función de la incidencia de los rayos de luz solar). Son el Laser Black, el Laser Red y el Red y Black. Por otro lado, los 5 colores tintados o Multilaser: Naranja, Negro ahumado, Rojo, Azul o Transparent.
En este test, el color de nuestras Defender es el amarillo flúor, muy combinables estéticamente con el casco Spectrum e igual de combinables con el negro mate del Strym. Pero más allá de este toque estético, el tinte de los cristales es el Multilaser Orange. La hemos probado en salidas de días muy soleados y la visión y nitidez que ofrecen es, sencillamente, impresionante pese a que ya conocíamos de sobra todas las grandes prestaciones que nos ofrecen otros cristales de este fabricante.
Al principio de esta prueba aseverábamos que los fabricantes de cascos nos ponen muy difícil su elección. El mercado de gafas de sol no es tan grande ni complejo y por nuestra experiencia con otros modelos sí se puede aconsejar Rudy Project. Tras llevarlas puestas varias horas y en varias salidas, se puede afirmar que pocos modelos similares de otras marcas con una pantalla tan amplia pueden hacer sombra a estas Defender. Si finalmente las elegimos, no nos habremos equivocado.
Fotos: David Fuentes, www.davidfuentesphoto.com
Rudy Project es distribuido en España por Sportmed, www.sport-med.es
Test Zikloland Rudy Project Racemaster y Sintryx: Una combinación con estilo