Pocos, muy pocos, fabricantes de ruedas pueden presumir del buen saber hacer de Corima. La prestigiosa casa francesa tiene una experiencia sobresaliente en la fabricación de modelos de carbono, concretamente tres décadas en las que ha ido evolucionando sus productos en carretera, pista, ciclocross y todas las especialidades del ciclismo, donde los campeones más grandes han ganado todo lo que se puede ganar rodando con ellas.
El idilio con la victoria la mantiene el equipo Astana desde las últimas temporadas con Vincenzo Nibali y Fabio Aru ganando las tres grandes, o esta misma temporada 2018 con las exhibiciones de Michael Valgren Andersen en las clásicas y todos los triunfos que acumula el equipo celeste, así como el podio final de Miguel Ángel López en el Giro de Italia 2018. También las disfrutan los equipos franceses Fortuneo Samsic y Delko Marsella, con su tridente español formado por Javi Moreno, Delio Fernández y Ángel Madrazo.
Pero si la eficacia y las altísimas prestaciones de Corima al más alto nivel del ciclismo están más que probadas, los usuarios más exigentes también han confiado durante estas tres décadas en las que ha fabricado ruedas de carbono como un sello de absoluta calidad. Pocas marcas en el sector acumulan esta experiencia, estos éxitos y este renombre en el mercado por eso antes de detallar el funcionamiento del modelo S+ de perfil 47 milímetros para tubular de este test, preferimos ahondar un poco más en la historia propia del fabricante francés, marca distribuida en España por Bike Office.
Corima fabrica sus ruedas mediante una producción casi artesanal en su fábrica en Loriol (región de Rhone-Alpes) y que ha ido perfeccionando en estos últimos treinta años de dedicación exclusiva al mundo de las ruedas. Dos aspectos clave marcan este proceso: la colocación a mano de todas las fibras de carbono y la inclusión de una estructura interna de ‘poriexpán’, material que añade un peso mínimo extra y que permite aportar la rigidez y el dinamismo característico a todas las ruedas de la marca.
Además de sus nuevas versiones para freno de disco, Corima ofrece cuatro modelos diferenciados para carretera: Endurance S1, Versatility WS, Excellence MCC S+ y los que hemos tenido el privilegio de testar, el Performance S+. La marca trabaja tres medidas de perfil en la llanta: 32, 47 y 58 milímetros respectivamente, con dos anchos diferenciados: el clásico de 22,6 milímetros y otro más ancho y novedoso de 26 mm para satisfacer las nuevas tendencias de montar neumáticos de 28, 30 ó 32 milímetros de balón.
Conocidos ya todos los detalles de los modelos de carretera de Corima, conviene centrarse ya en el S+ de 47 milímetros, en versión de tubular del que hemos disfrutado durante varias salidas, junto con las zapatas de freno específicas de esta marca para ruedas de carbono. Este elemento indispensable para garantizar una buena frenada ofrece, según el fabricante, una eficacia en el mismo frenado más eficaz aun con tiempo seco o lluvia, así como una buena resistencia a las altas temperaturas y un menor desgaste por el uso.
Además, hemos notado cada vez que tocábamos sutilmente las manetas para frenar que los habituales ruidos –en ocasiones molestos- que sufren las ruedas y zapatas de estos materiales en concreto no lo son tanto, es decir, Corima ha cuidado este detalle que para tantos usuarios y también para nosotros es importante. Mejor sin esos ruidos y teniendo plenas garantías de que con el tacto adecuado en cada frenada, vamos a disfrutar más de estas ruedas y de la propia salida en sí.
Regresando a la rueda Corima S+ 47 milímetros, cabe destacar que en esta versión de tubular el ancho de la llanta es de 22,6 mm y vienen montados con un neumático marca de la casa de 25mm, en el que hemos notado un excelente agarre aun en asfaltos húmedos y una suavidad exquisita al rodar. Es importante reseñar que estas mismas ruedas, así como todos sus modelos, también están disponibles para ‘clincher’ es decir, para cámara y cubierta.
Dependiendo del uso que vayamos a dar a las ruedas y dependiendo también de cuáles sean nuestros objetivos sobre la bicicleta, recomendaríamos que por una mera cuestión de facilidad de montaje, esos usuarios sin grandes pretensiones competitivas opten por una cámara y cubierta, aunque cuando ruedas con un material de altísima gama como estas Corima, el tubular se convierte en un auténtico placer para nuestros sentidos. Cuestión de ‘feeling’.
Son además ligeras, ya que el peso del par se divide en 525 gramos la rueda delantera y 725 la trasera (peso según fabricante y sin estar montados los cierres, piñón ni neumáticos). Además de ligeras, precisas y rígidas, las Corima también pueden ser un objeto de coquetería, es decir, la marca ofrece hasta ocho colores en sus pegatinas para que vayan más acorde al color de nuestra bici o de nuestra equipación habitual. En estos pequeños detalles también hay que ser exigentes y pensar en los muy diferentes gustos de cada ciclista.
Su ligereza y precisión no sólo las da llanta de carbono y su artesanal y cuidada fabricación, sino también los radios, cómo están colocados y por supuesto los bujes de carbono que llevan estas Corima S+ de 47 milímetros. La casa francesa tiene bujes de aluminio para sus modelos S1 y S y en el caso de las S+ y las MCC S+ su construcción es de fibra de carbono, realizados según la técnica de moldes exclusiva, que asocia robustez y ligereza a su acabado. El núcleo de estos bujes tiene tres trinquetes que se mantienen en posición gracias a un muelle reforzado. De esta forma, el núcleo puede ser retirado con facilidad y sin necesidad de herramientas específicas quitando únicamente el tornillo exterior.
Vistas, comprendidas y probadas todas estas características de unas ruedas de una marca de referencia y máximo prestigio como Corima, uniendo las facilidades para montar y desmontar el núcleo y perdiendo además las dudas y algún prejuicio que generan los tubulares por la complejidad de montarlos, se puede concluir que rodar con prácticamente lo mejor no tiene por qué ser un capricho, sino una realidad accesible para cualquier tipo de ciclista.
Fotos: David Fuentes, www.davidfuentesphoto.com
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