Emocionante hasta en la ceremonia de entrega de premios, y no sólo por las clásicas escenas de podio, himno y mano al pecho. El acto protocolario en el Mundial de Innsbruck ha tenido un elemento aún más emotivo: ver al campeón saliente, Peter Sagan, entregarle en primera persona el maillot arco iris a Alejandro Valverde.
Sagan, que a mitad de carrera ha dejado claro que no habría cuarto consecutivo, lleva ganando el Mundial sin parar desde 2015. Cuando se bajó de la bici, con una hora todavía de carrera por delante, dijo que no estaba triste: «Es bueno que lo gane un escalador», comentaba a los medios. Su carrera había terminado.
Un rato después, Valverde alzaba los brazos en Innsbruck y el tricampeón salía para condecorarlo ‘in situ’. Le ayudó a ponerse el maillot y la medalla de oro, e intercambió unas palabras con él. Una anécdota que después ha comentado el propio Valverde en rueda de prensa.
The 2018 @UCI_cycling World Championship race was very hard for me but I still gave my best. I wanted to honor the rainbow jersey which I have been wearing since I won three years ago. Congratulations to the new World Champion, Alejandro Valverde. https://t.co/MoT6mbyGYo
— Peter Sagan (@petosagan) 30 de septiembre de 2018
«Me ha dicho que soy un digno sucesor suyo como campeón del Mundo. Que, si no era él, quería que ganara yo«, ha explicado el ‘Bala’, ya investido con el maillot arco iris que llevará durante toda la temporada 2019, y probablemente también en alguna prueba más antes de terminar el año.