El pasado fin de semana, viernes y sábado, el ultraciclista Julián Sanz completó más de 1.900 vueltas al velódromo de Tafalla, casi 500 kilómetros… Y era un entrenamiento cara a su próximo intento de récord 24 horas indoor.
“¿En qué se piensa en 1.139 vueltas?”. La pregunta la hacía en las Redes Sociales Julián Sanz. Se refería a las vueltas que dio el viernes en una sola sesión de siete horas y cuarto.
Él mismo respondía: “Pienso en el gesto, en ser económico, en corregir la posición que se tuerce con la carga y el tiempo, en pensar en lo que persigo. El dato gráfico y la imagen desde el exterior pueden parecer una estable y firme línea de fortaleza, dentro son una ida y venida, encontrando y perdiendo, entendiendo la fatiga y el momento, disfrutando del vatio fácil cuando aparece… El resultado es la media que se persigue perdiendo y encontrando el umbral de la concentración”.
Pero queríamos saber más. ¿Por qué ese desafío? Desde su equipo responden a zikloland.com: “Un intento de récord de 24 horas indoor para el próximo mes de febrero es la respuesta, un plan de entrenamientos diseñados por Aitor Alberdi (preparador físico del Centro de Perfeccionamiento (CPT) de Getxo), para Julián Sanz y dentro de este plan un entreno/test como nos gusta llamarlo, que el pasado viernes 13 y sábado 14 llevaron a Julián al velódromo de Tafalla (Navarra) para afrontar la parte específica de la planificación, muchas horas, muchas vueltas a un rendimiento cercano al récord, que se estima tiene que estar cerca de los 250w de media y una velocidad de 37 km/h”.
Igualmente, nos cuentan también los pormenores de este reto.
EL PLAN
El plan inicial era afrontar un entrenamiento en velódromo con la siguiente estructura.
Viernes 13 a la tarde terminando a la noche de:
- 5 horas a 270w (algo más de 42Km/h) para luego hacer;
- 2 horas a 240w (algo más de 38Km/h);
- y afrontar una última hora con la mayor intensidad posible.
Pocas horas de descanso entre el viernes y el resultado.
Sábado 14 a primera hora de la mañana:
- 6 horas estabilizando a 240w con poca disponibilidad de hidratos, simulando la última parte del intento de récord;
- recuperar 1 hora;
- 1 hora lo más fuerte posible a ver qué nos encontramos…
LAS CONCLUSIONES
El resultado final fue que se logró hacer el viernes según el plan marcado: 7 horas y cuarto a 260w de media (39,8 km/h) y completando 1.139 vueltas al velódromo de Tafalla con un pulso medio de 127ppm y una temperatura de media de 13,7 grados.
El sábado y con 4 horas de sueño, se completaron 5 horas a 245w (38,6 km/h), 772 vueltas, con un pulso medio de 116ppm y una temperatura media de 14,5 grados, sin lograr completar el total de lo planificado, pero satisfechos y con la anécdota de haber completado aproximadamente 1.911 vueltas y casi 500 kilómetros.
Se trató por tanto de un entrenamiento exigente, en unas condiciones diferentes a las que el velódromo de Sangalhos (Portugal) nos ofrecerá, donde se buscará el mejor material y aerodinámica, así como unas condiciones de temperatura óptimas para afrontar el exigente récord.
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