Ha sido una de las sorpresas de este otoño. Sergio Samitier (Barbastro, 1995) ha cumplido su primer año en el WorldTour de la mano de Movistar Team con un Giro más que notable. Protagonista en varias escapadas, terminó muy cerca del Top10 final (13º). Ahora, mientras contiene las ganas de seguir entrenando y enfila la nueva pretemporada, confía en que lo aprendido en la Corsa Rosa le valga para continuar evolucionando en 2021.
Pregunta: Este 2020 ha sido su primer año en Movistar Team y, por tanto, en el WorldTour. ¿Qué balance te queda de esta temporada tan atípica?
Respuesta: Estoy contento con el equipo y la oportunidad que me han dado de correr las carreras que quería. Por ejemplo, yo no soy un corredor de clásicas, sé que me va a tocar hacerlas y me vendrán bien, pero pienso que poder correr grandes vueltas como el Giro en un primer año es muy importante. Además, en un contexto en el que íbamos con libertad a pelear etapas, sin tener que trabajar para un líder muy definido. En el Tour o la Vuelta el concepto del equipo es otro, así que estoy contento de haber tenido ese espacio.
P: Un año que ha tenido dos partes muy marcadas, también con un percance en mitad, y que le ha llevado a correr hasta final de octubre. ¿Cómo ha sido eso de competir tan entrado ya el otoño?
R: Es cierto que ha sido un año un poco raro pero, al final, somos ciclistas casi 365 días. En enero empecé Australia con muchas ganas, es un sitio donde en nuestro invierno tienen 40 grados, te quitas casi un mes de frío, se hace muy bien. Luego hice Valencia y Abu Dhabi… y se paró todo. El confinamiento fue duro porque a mí me gusta esto, me gusta ser ciclista. Yo, por ejemplo, ya tengo el ‘mono’ de entrenar. Tengo por suerte a Iosune (Murillo), mi entrenadora, que me conoce tan bien que logra que no me consuma. De hecho, parte del buen final de año se lo debo a ella. Mucha gente empezó a tope en cuanto se pudo salir a entrenar y en Burgos ya estaban en el pico. Me transmitieron y capté ese punto de calma, que la temporada iba a ser larga, y en octubre tuve una frescura que a otros ya les faltaba.
P: Ha llegado al WorldTour después de dos años en el Euskadi-Murias. ¿Qué peso cree que tiene esa ‘base’ para su crecimiento este 2020?
R: Para mí, Murias fue el golpe de realidad. Tú en amateur piensas que andas muy bien, que eres muy bueno porque has pasado a profesionales. Pero te juntas con gente que te pone en tu sitio muy rápido. Para ser un buen ciclista en el WorldTour hay que tener muchísimo nivel y ese equipo nos dio la oportunidad de llegar a la Vuelta recién subidos de amateur. Con el presupuesto más bajo de la categoría era el equipo más rentable porque se ganaban hasta etapas de la Vuelta. Con lo que cobra algún ‘gallo’ del WorldTour pagabas todo el equipo. Les tenemos que estar eternamente agradecidos por dar oportunidades a gente como yo, Óscar Rodríguez, Barceló… son equipos necesarios.
P: Un equipo humilde pero con un calendario ‘casi’ WorldTour.
R: ¡Totalmente! De hecho, cuando me plantearon la temporada del Movistar decidí hacer, con matices, el mismo calendario que el Murias. Carreras que me gustan, mucho tiempo en España… es un calendario perfecto.
P: Movistar Team fue la Giro con un equipo joven, y sin un líder definido. ¿Sale satisfecho con el resultado?
R: En general sí. Contentos porque lo hemos peleado, y cuando lo das todo… me metí en tres o cuatro fugas, mis compañeros también. Todos tuvieron esa oportunidad de luchar. Yo prefería una victoria que un puesto más alto en la general. Y a veces no sale, pero la actitud es correcta y uno ha hecho lo que debía. Hice un sexto puesto que me dio moral y luego incluso pude estar con los mejores. De aquí hemos salido mucho más hechos, más maduros, más ciclistas.
P: Para mucha gente ha sido una sorpresa que haya acabado cerca del Top10. ¿Se esperaba estar tan arriba, más allá de no haber logrado esa perseguida victoria?
R: Me he sorprendido, pero para bien. Iba con la mentalidad del tipo de corredor que soy: buscar fuga un día, relajarme un poco más al siguiente… en un final en alto me vi bien y le eché una mano a Antonio (Pedrero), y después estuve toda la carrera con él. Éramos los que guardábamos un punto en los finales. He aprendido muchísimo con todos, pero más si cabe con Antonio y Cataldo. Son pequeños detalles que se van puliendo y luego suman en conjunto.
P: ¿Como cuáles?
No sé, por ejemplo llegar en un sprint en el tiempo de Démare, sin cortarme. Siempre me dejaba caer unos kilómetros antes y perdía algo de tiempo. O en los puertos, a mí que siempre me gusta ir a cola he podido coger ese bagaje de coronar delante para que luego, cuando se enfile, no sea yo quien se coma los látigos. Puntos de madurez.
P: Personalmente, ¿prefiere ir a las carreras con una disciplina clara de equipo y líder definido, o le gusta más el estilo de Movistar de este Giro?
R: Yo asumo que me va a tocar hacer de todo, y así tiene que ser. Pero creo que mi sitio está en las grandes vueltas. No sé si disputar, pero sí tratar de hacerlo bien y ese estilo me va mejor. De todas formas, tengo que ser capaz tanto de disputar como de ponerme a tirar. Debes hacer bien lo que te toque.
P: Ahora que ya las conoce, ¿qué diferencias ve entre LaVuelta y el Giro?
R: Pues me gustan las dos. El Giro concentra una dureza terrible en la última semana. Un día de seis horas y media, al siguiente 5.500 de desnivel. Me habían dicho que era la más dura de todas y también por eso la quería correr. ¿La diferencia con la Vuelta? No sé, es que uno también evoluciona. Recuerdo el año pasado que la sensación era de a ver cuándo llegaba el día de descanso. Y en el Giro pasó la primera semana y era como “ah, ¿pero ya?”. Iba más fresco. En el segundo descanso de la Vuelta te decían de rodar suave y era como si te pidieran hacer otra etapa más, y en el Giro lo hacía a gusto. Es tremendo el paso que da el cuerpo.
P: Vuelta 2019, Giro 2020… ¿Tour 2021?
R: Uf, no lo sé. Es muy difícil, siendo honestos, porque Movistar suele centrar su equipo en torno al Tour. Pero claro que quiero correrlo. Si no es el año que viene será el siguiente, y ahí volvemos a hablar y te digo cuál de las tres me gusta más.
P: Hablando de 2021. ¿El año para ponerse una primera victoria profesional como objetivo?
R: Yo soy de los que quieren dar, cada año, un pasito más. Si no logro ganar en este, será el siguiente. A todos nos hace ilusión ganar, pero a veces no se da y eso no significa que no hayas trabajado o mejorado. Lo que quiero es ir evolucionando paso a paso sin hacer ruido, y ya veremos hasta dónde llega Sergio Samitier. Mira, nunca pensé que iba a correr Giro y Vuelta y ya las he hecho.
P: Lo que no podrá hacer es debutar otra vez en el Down Under, porque la pandemia ya ha obligado a suspenderla.
R: Lo vi, sí. Bueno, iremos a Mallorca o donde el equipo nos mande. Yo estoy contento con lo que tengo. Es más, incluso dentro de que no me veo mucho en clásicas, también estaría bien correrlas por vivir la experiencia. Lo que pasa es que llega uno de 70 kilos, me mete los codos y me manda a la hierba, pero seguro que para pulir la colocación, habilidad y demás me sirven de mucho. Aun así creo que mi sitio está en las vueltas. De una o tres semanas, pero vueltas por etapas. Y todo lo que he corrido este año en el WorldTour, incluido el Giro, debería darme ese ritmo.
P: Por cierto, ¿ya está en pretemporada o todavía no?
R: Bueno, a mí es que me cuesta estarme quieto. Dos días después del Giro ya estaba dando paseos. Pero no, no estoy estrictamente en pretemporada. No entreno con tanto énfasis y me estoy permitiendo caprichos que durante la temporada no puedo. Tampoco ninguna locura, pero de comida y demás.
P: Fuera ya de lo puramente profesional, se ha volcado en los últimos años con el ciclismo en Barbastro, su tierra natal. ¿Una forma de devolver a este deporte lo que le da?
R: Es que mi vida está en torno al ciclismo. Ahora no podemos por las restricciones, pero soy un estilo a Valverde. Juntarnos 30 o 40 en grupeta, salir con ellos, entrenar, parar al café. Me gusta involucrarme con el club y con la peña que tengo. No sabes lo que puede llenar el simple hecho de coger a alguien que no ha montado mucho y ayudar a que baje un puerto, o a que lo suba con todo su esfuerzo. Gente de 50 o 60 años, como mi padre, los llevas a rueda en un día que puedas compaginar el entreno y llegan a casa con 100 kilómetros a 33 de media y son los tíos más felices del mundo. Y a mí eso me da la vida.
P: Un asunto de actualidad. La Vuelta a España acabó sin positivos con unas burbujas muy estrictas. ¿Ha podido abrir el camino a un 2021 donde el ciclismo profesional no se resienta tanto con la situación de la Covid?
R: Han hecho un esfuerzo tremendo. Comparas el público que había en el Giro y este año, con Covid, había más público que en la Vuelta el año pasado sin él. En meta y salida había restricciones para los ciclistas, pero la gente iba y se juntaba sin más. Y ves en LaVuelta el Angliru sin gente y es triste, sí, pero es lo que toca. Incluso los mecánicos esperando solos, sin interactuar, cuando lo normal es que se relacionen. Los propios auxiliares se han pegado dos semanas de burbuja. Quizá realmente lo que va a marcar más es la situación económica que haya, porque el ciclismo vive de la publicidad y es publicidad para las empresas. Sin dinero no habrá carreras, pero se ha demostrado que se puede funcionar sin gente. Aunque sea muy triste y estemos deseando que vuelvan cuanto antes.