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Tour de Francia: llega la contrarreloj individual, territorio propicio para las sorpresas

El Tour de Francia presenta la séptima de las etapas y la primera contrarreloj individual de la carrera. Entre Nuits Saint Georges y Gevrey-Chambertin, los ciclistas deberán afrontar un total de 25,3 kilómetros en la especialidad de la lucha individual contra las manecillas del reloj. La realidad es que vivimos un momento de la verdad, sin trampa ni cartón.

En el Tour de Francia hemos vivido auténticas revoluciones en más de una y de dos cronos individuales, territorios que han acabado decidiendo el nombre del vencedor final. En un ciclismo tan igualado, con tanto pulsómetro y con tanto equipo arropando al líder, las cronos no dejan espacio a que los corredores compitan arropados. No hay caretas. Y las diferencias acaban siendo mayores de lo esperado. Tal vez por eso el equipo Visma-Lease a Bike optara en la sexta etapa por no dinamitar la jornada, puesto que la sensación ahora mismo es que Tadej Pogacar está por encima de Jonas Vingegaard y al esloveno le interesaba llegar a la crono con un día infernal apenas unas horas antes mucho más que con una jornada tranquila.

Si tenemos que analizar la nómina de favoritos, no podemos limitarnos a Pogacar y Vingegaard. Un nombre está incluso por encima de ellos y tiene en esta etapa su día D: Remco Evenepoel. El belga necesita aprovechar cada metro de la crono para vestirse de amarillo si es posible y/o consolidar sus opciones de podio. Por supuesto, Evenepoel tendrá que certificar que es capaz de rodar 21 días y superar muchas etapas de montaña sin ninguna explosión, pero antes necesita salir de la crono con ventaja.

También será interesante ver el rendimiento de corredores como Juan Ayuso o Joao Almeida, puesto que ambos son teóricos «gregarios». Y la crono también es un test para Carlos Rodríguez y su sueño de ser podio. En definitiva, muchas dudas y 25 kilómetros para empezar a resolverlas.

FOTO: @LETOUR

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