El Tour de Francia entra en la segunda parte de la carrera con una jornada entre Agen y Pau. Viviremos el primer duelo muy serio entre los velocistas y los cazaetapas. Todos tienen argumentos para pensar que el desenlace será ideal para sus intereses deportivos.
Los organizadores del Tour de Francia consideran que la 13ª etapa es de perfil llano. La realidad es que hablamos de una jornada de únicamente 165 kilómetros, pero de un total de 2.000 metros de desnivel, por lo que vamos a tener una buena ración de pequeñas subidas y, además, tendremos hasta dos puertos en la zona final. Eso sí, son puertos de 4ª categoría.
Los equipos de los velocistas ganaron en la 12ª etapa el duelo contra los velocistas porque hubo una comunión de intereses con el respaldo de formaciones como Movistar. Pero en la 13ª etapa habrá que volver a solicitar voluntarios para ese trabajo de persecución. La clave, de todos modos, arrancará con el número y la calidad de los escapados. Si tenemos un grupo pequeño, ganará claramente el sprint. Si el grupo es muy grande, la escapada llegará a la línea de meta. Y el duelo será terrible si vemos una fuga de entre cinco y diez ciclistas. Equipos como Intermarche, Alpecin, Movistar… tienen que analizar si les interesa quemar corredores en la persecución. O incluso si lo mejor para ellos puede ser la opción de meter ciclistas en la fuga. En definitiva, muchas incógnitas y sólo dos opciones: sprint o escapada.